El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, conocido en Occidente como el último dictador de Europa, felicitó a su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, al primer secretario del Comité Central del Partido Comunista, Raúl Castro Ruz, y “al pueblo” de Cuba por el Día de la Rebeldía Nacional, celebrado cada 26 de julio.
"La voluntad inquebrantable y la aspiración de los ciudadanos de la República de Cuba por la libertad y la firme determinación de defender su propio camino de desarrollo inspira a millones de personas en el mundo”, dijo Lukashenko en su saludo, según informó este lunes el medio oficialista Cuba Debate.
Añadió que el pueblo cubano siempre encontrará en Bielorrusia a un “aliado confiable".
“Juntos podemos defender más eficazmente los principios de un orden mundial multipolar, el humanismo y la igualdad en el ámbito internacional", señaló en la felicitación a Díaz-Canel.
El jefe de Estado bielorruso, en el poder desde 1994, señaló las ventajas que aporta la cooperación bilateral, y dijo estar convencido de que mediante esfuerzos conjuntos “podremos realizar plenamente el potencial de la interacción bielorruso-cubana en todas las áreas de interés mutuo".
En su mensaje a Raúl Castro Ruz, Lukashenko destacó el nivel de cooperación entre los dos países y calificó a La Habana como uno de los socios estratégicos más importantes de Minsk.
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"Los bielorrusos están orgullosos de la amistad con el heroico pueblo cubano, quienes permanecen fieles a sus ideales y principios, trabajan incansablemente en beneficio de la Patria y la protección de su soberanía", destacó el mandatario, según Cuba Debate.
"En este momento difícil para el mundo, la República de Cuba está dando ejemplo de verdadera solidaridad internacional enviando especialistas médicos para luchar contra la pandemia de COVID-19 en los países más afectados", acotó, pareciendo desconocer las muchas críticas vertidas contra ese programa en varias naciones, y calificado por Estados Unidos como “trabajo forzado”.
Cuando se desintegró la URSS, las empresas más importantes de Bielorrusia, un pequeño país con apenas 10 millones de habitantes, siguieron bajo el control estatal, por lo tanto, el Gobierno pudo mantener parte de los ecosistemas de protección social, reseñó el diario español La Vanguardia, en enero pasado.
Los que lo critican dicen que convirtió a Minsk en una especie de parque temático soviético porque los edificios de la época estalinista fueron restaurados y pintados, agregó el reporte del periódico.
Añadió que el país posee industrias de alta tecnología, como TI Epam Systems Inc., que cotiza en la bolsa de Nueva York. Además, produce maquinaria agrícola de alta calidad, como la gigante MTZ que es capaz de fabricar 32.000 tractores anuales.