El presidente designado del régimen cubano, Miguel Díaz- Canel, decretó duelo oficial este sábado con motivo del fallecimiento del expresidente angolano José Eduardo Dos Santos, quien dirigió ese país africano desde 1979 hasta 2017.
La nota oficial del decreto de duelo destaca que Dos Santos mantuvo “históricas relaciones” con Cuba y que el duelo oficial en su honor estará vigente desde las 06:00 horas hasta las 12:00 de la noche de este 9 de julio, período en el que la Bandera de la Estrella Solitaria, pabellón nacional de Cuba, deberá izarse a media asta en los edificios públicos e instituciones militares.
El exmandatario murió el viernes a los 79 años en Barcelona, España, según informó la presidencia angolana a través de su canal oficial de Facebook.
“Fue una figura única en la patria angolana, habiendo jugado un papel relevante en la lucha contra la colonización, en la conquista de la independencia nacional, en la consolidación de la nación angolana, en su afirmación en el ámbito de las naciones”, así como “en la consecución de la paz, reconstrucción y reconciliación nacional”, indicó la actual presidencia de Angola en el comunicado.
Según reportes de El País, el controversial exmandatario falleció en la clínica Teknon de Barcelona, donde estaba ingresado desde hacía dos semanas tras haber sufrido un paro respiratorio.
Su hija Tchizé Dos Santos pidió al hospital que el cuerpo del padre no sea entregado a las autoridades de Angola hasta que se realice la autopsia, por supuestos indicios de homicidio.
La semana anterior, Tchizé Dos Santos denunció ante los Mossos d’Esquadra un presunto intento de homicidio contra su padre, y señaló al médico y a la segunda mujer del expresidente como sospechosos. Además, consideró que detrás del deterioro de salud del expresidente estaría el actual gobierno de Angola.
La denuncia de la hija de Dos Santos también incluyó los presuntos delitos de omisión del deber de socorro, lesiones por imprudencia grave y revelación de secretos.
Las casi cuatro décadas en el poder de Dos Santos, plagadas por la corrupción y el nepotismo, fueron llamadas por sus detractores como “Eduardismo”, y fueron causa de que el país estuviese en los últimos puestos del mundo en materia de mortalidad infantil, libertad de prensa y acceso al agua potable.
La prontitud del gobierno cubano en la declaración del duelo oficial por el expresidente angoleño contrasta con la demora para decretarlo tras la explosión del hotel Saratoga en La Habana el 6 de mayo pasado, hecho en el que perdieron la vida 47 personas y otras 52 resultaron lesionadas.
En esa ocasión, activistas y periodistas independientes cuestionaron la demora del régimen y la atribuyeron a un interés por no postergar o modificar la agenda de la visita gubernamental del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, uno de los pocos sostenes políticos de La Habana en el hemisferio occidental.