Cientos de cubanos que compraron pasajes para Nicaragua con la agencia intermediaria Magnicharters, o directamente con la aerolínea VivaAerobus, deben esperar hasta 45 días para que les reembolsen el dinero, comentaron a América TV el 11 de abril.
“Acabaron con nosotros, porque vendimos la casa y todas las pertenencias”, comentó Alexey Pacheco Fernández, quien compró pasajes para él, su esposa e hija a 3700 dólares.
La aerolínea se comprometió a devolver el importe de los boletos, algunos de los cuales alcanzan la cifra de 4500 dólares, pero el trámite demorará entre 21 y 45 días debido a la cantidad de solicitudes pendientes.
Los vuelos a través de esta aerolínea tenían salidas desde La Habana, Santa Clara, Holguín, Santiago de Cuba, Varadero y Camagüey.
La noticia de la suspensión imprevista de estos vuelos ha dejado sorprendidos a miles de cubanos, que tenían esperanzas de dejar la isla. Hasta el momento, se desconoce cuál fue el motivo exacto de la cancelación de las rutas.
En noviembre del 2021, el gobierno de Nicaragua anunció que quitaba el requerimiento de visa para cubanos, lo que generó un éxodo masivo hacia ese país, para continuar desde allí con su sueño de llegar a Estados Unidos, atravesando la frontera de México.
La llegada de cubanos a Estados Unidos se había desacelerado a partir del 12 de enero de 2017, cuando el presidente Barack Obama anunció el cese de la política de “pies secos, pies mojados”, indicando que los migrantes cubanos serían tratados igual que los de otras nacionalidades.
Antes de esa fecha, los cubanos que pusieran pie en suelo estadounidense podían permanecer en el país y solicitar la residencia permanente después de un año, gracias a la Ley de Ajuste Cubano.
Sin embargo, en el actual año fiscal las cifras se han disparado, tanto de los que llegan por tierra como de los que intentan llegar por la vía marítima.
“Es una especie de Mariel silencioso. Los números y los testimonios que llegan de la cantidad de gente que se está lanzando a través de Nicaragua es preocupante”, explicó a BBC Jorge Duany, experto en temas migratorios de la Universidad Internacional de Florida.
A su juicio, la flexibilización decretada por el presidente de ese país, Daniel Ortega, en aparente componenda con La Habana, sería un mecanismo para presionar a Washington a que negocie las sanciones contra Cuba.
“Recurrentemente, el gobierno cubano ha amenazado con abrir las compuertas —precisó—, de permitir que la gente salga del país por razones políticas y económicas. Y eso ha llevado al gobierno de EE.UU. en otras ocasiones a sentarse a negociar”.
