Regla Miranda, reside en Águila, entre Neptuno y Concordia, en La Habana Vieja, pero su casa se está cayendo a pedazos —vea las imágenes y lo comprobará— sin que las autoridades cubanas le den una ayuda. Y en ese estado de abandono malvive desde hace años.
“Mira en las condiciones que está (la casa), cayéndose, y aquí no viene nadie a recoger escombros ni a demoler. Me tienen en esta pudrición”, se quejó la anciana de 65 años a una reportera de Cubanet.
En ese antiguo edificio a punto de derrumbarse, Regla vive con dos hijas. Hace ya tiempo acudió al gobierno local, así como a las oficinas de Vivienda y Demoliciones. Sin embargo, hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta a sus demandas de un subsidio para arreglar su casa.
Según las autoridades locales, la reparación de su vivienda debe ser por esfuerzo propio, aunque Miranda sea una jubilada que solo recibe una pensión mensual de 350 pesos (12 dólares) y los materiales de construcción alcancen precios prohibitivos para la mayoría de los cubanos.
“¿Cuál es el miedo mío? Que se siga cayendo y nos mate a nosotros aquí”. Según declaró, se decidió a denunciar su situación porque “hay un derrumbe y (las autoridades competentes) no han hecho nada”.
“Tengo una niña chiquitica y tengo miedo que se caiga eso (el techo) y me la mate”, aseguró.
Las noticias sobre derrumbes son comunes en la Isla, particularmente en La Habana, donde miles de familias viven en edificios en malo o pésimo estado constructivo.
El 7 de junio, la usuaria de Facebook Elizabeth Valdés se quejó de la respuesta del gobierno municipal de Habana Vieja ante los reclamos de los vecinos residentes en edificio en pésimo estado constructivo.
“¿Qué cubano de a pie puede levantar un edificio por sus propios medios? Esa es la solución que da el Gobierno Municipal de Habana Vieja, que comencemos a reparar el edificio”, escribió Valdés en su perfil de Facebook, acompañando un video que muestra los interiores de la edificación.
La Habana, ciudad capital y el territorio con mayor densidad poblacional de Cuba, mantiene un déficit de 206 000 viviendas, según las últimas cifras oficiales, dadas a conocer en 2017. Estos últimos años la provincia ha registrado frecuentes derrumbes que aumentan las cifras de personas que a la espera de un nuevo techo.
En 2020 tres niñas perdieron la vida en La Habana Vieja al desprenderse el balcón de un edificio en el barrio de Jesús María. Luego en el mes de marzo otro derrumbe, específicamente en Inquisidor, entre las calles Luz y Acosta, dejó un muerto y varios heridos.
Hasta el cierre de abril, según se publicó en el programa estatal Mesa Redonda, se han terminado 13 958 viviendas, para un 34% de dicho plan.
No obstante, las políticas de construcción y reparación de viviendas en Cuba han sido ineficientes. Según estadísticas oficiales, el 39% de las edificaciones de la Isla están clasificadas en estado constructivo malo o regular y existe un déficit de casi un millón de inmuebles.