El Grupo de Trabajo de Remesas de la administración de Joe Biden, dirigido por los Departamentos de Estado y del Tesoro, le entregó sus recomendaciones sobre el tema al mandatario, según confirmó Radio Televisión Martí.
El 19 de julio Biden que su gobierno estudiaba la manera de volver a autorizar el envío de remesas a Cuba y además trasladar más personal diplomático a su embajada en la isla, con lo que el demócrata revertiría medidas de su predecesor, Donald Trump (2017-2021).
“Podemos confirmar que el Grupo de Trabajo de Remesas, codirigido por el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro, entregó sus recomendaciones a la Casa Blanca el 30 de Agosto”, dijo un funcionario del Departamento de Estado a decir del medio de prensa.
Este grupo, cuya formación fue ordenada por Biden, analizó las remesas a Cuba y su finalidad es descubrir las variantes para enviar dinero a la isla sin que el régimen se apropie de él.
Biden estudia nuevas medidas con respecto a Cuba
Las protestas del 11 de julio de 2021 impulsaron la decisión de Biden de explorar nuevas vías de ayudar a los cubanos residentes en la isla.
“Bajo la dirección del presidente Biden, Estados Unidos está aplicando activamente medidas que apoyarán al pueblo cubano y harán que el régimen cubano rinda cuentas”, dijo un alto funcionario de la administración, según el Nuevo Herald.
En noviembre del 2020 Donald Trump prohibió el envío de remesas a la isla por mediación de empresas controladas por el castrismo, una disposición que Biden ha respetado durante sus primeros seis meses en el poder.
Otra de las medidas que la administración demócrata explora, es el traslado de más personal a la Embajada de EEUU en La Habana. Alegan que así podrán “facilitar la participación diplomática, consular y de la sociedad civil”, además para garantizar una “seguridad adecuada”.
Trump evacuó la mayoría del personal de la embajada tras los sucesos del "Síndrome de La Habana", como se le conoce a las afectaciones de varios diplomáticos norteamericanos y canadienses por supuestos ataques ocurridos entre 2016 y 2017.
Biden también ordenó a su equipo trabajar con el sector privado y el Congreso para hacer "más accesible" el internet en Cuba, y limitar la capacidad del régimen de hacer apagones digitales. Además, el presidente anunció que continuará la política de imponer sanciones económicas contra funcionarios de la dictadura cubana.
La Casa Blanca anunció que "intensificará" los esfuerzos diplomáticos con sus aliados regionales e internacionales para apoyar las "aspiraciones del pueblo cubano" y que potenciará el envío de "ayuda humanitaria" a la isla.
En sus primeros seis meses en el poder, Biden no ha demostrado intenciones de dar un giro significativo hacia un "deshielo" con el régimen de Cuba. Por el contrario, se ha pronunciado públicamente con dureza hacia la violación de derechos humanos en la isla, aunque su política sigue siendo una incógnita.