El anciano Jesús Tamayo Valdés, residente en la finca El Paraíso, en la provincia Santiago de Cuba, denunció ante el medio independiente CubaNet la pésima situación de su vivienda y la poca voluntad del Gobierno para ayudarlo a mejorar sus condiciones de vida, así como las penurias que atraviesa un anciano cubano que sobrevive con una pensión estatal.
"Yo verdaderamente ni por el Estado ni por nadie he tenido un respaldo de ningún tipo", dijo Tamayo Valdés. "Cada vez que voy a una institución del Gobierno sinceramente casi no me hacen caso, como [si fuera un acto de] menosprecio".
El anciano confesó al medio independiente que había luchado por la construcción del socialismo en Cuba. Sin embargo, había llegado a su vejez sin ningún beneficio.
"Yo luché por esto. Yo me pasé toda mi juventud esclavizado porque me decían que esto iba a ser, iba a ser, y hablando honestamente a mí no me ha hecho nada", denunció.
El anciano mayor de 70 años mostró ante cámara las condiciones de su vivienda ―un pequeño local a medio construir― y enseñó, particularmente, el colchón donde duerme, una pieza confeccionada con sacos y hojas de plátano.
No es la primera vez que CubaNet saca a la luz pública casos de pobreza extrema, especialmente en el Oriente del país.
En febrero de este año, el medio contó la historia de Rosa Gómez Montoya, una mujer santiaguera residente en una zona rural de Songo La Maya, que apenas sobrevive junto a su hija menor de edad y su esposo discapacitado.
"Dicen que aquí no hay nadie que viva en el tercer mundo. En el tercer mundo no, aquí en Cuba hay gente que vive en el quinto", se lamentó Gómez Montoya.
"Vivo en malas condiciones desde hace años, desde 2003 que se enfermó mi esposo, que tiene una incapacidad en una pierna", contó.