La publicación en Facebook de la rapera cubana Danay Suárez en la que se define a la pedofilia o la atracción amorosa y sexual por los menores como una posible identidad de género sigue generando polémica en la isla; una polémica que ha tomado nuevos bríos a partir del inicio de acciones legales contra la cantante por un reconocido activista LGBT+.
El pasado viernes, Alberto Roque Guerra, quien desde 2003 se desempeña como activista por los derechos de las sexualidades no heteronormativas, en estrecha colaboración con el oficialista Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que dirige Mariela Castro Espín, anunció que realizó una demanda de querella criminal contra Danay Suárez.
“Hoy es un día importante para mi activismo por los derechos sexuales. Con el contrato de un abogado, realicé una demanda de querella criminal por el delito de injuria perpetrado por Danay Suárez Fernández. El proceso debe tomar curso en la Sala Primera de lo Penal en el Tribunal Provincial de La Habana”, escribió Roque en su perfil de Facebook.
Según el activista, hubiera preferido no tener que escribir esa entrada, en la cual dio cuenta de las acciones legales por el emprendidas. Sin embargo, dijo, “las personas deben asumir sus responsabilidades jurídicas cuando lesionan el honor de otras personas. Las disculpas públicas no son suficientes, tampoco nuestros lamentos, ya añejos por los siglos y siglos de acoso, persecución y odio. La reparación de daños es también parte de las políticas equitativas”.
Consciente de que su demanda puede ser vista como "inusual" en el contexto jurídico, Roque explicó que hizo uso de sus herramientas educativas para que los operadores del Derecho comprendieran por qué tomó esa decisión.
“Ante una abogada de lo Civil y otro de lo Penal, apelé a comparar dicho crimen con los delitos contra el honor por estereotipos racistas, donde el color de la piel y los rasgos físicos pueden generar expresiones contra el honor de las personas no blancas. También me extendí sobre la pedofilia, nuestros antecedentes históricos penales de aplicar sanciones más severas en caso de abuso sexual homosexual (hasta 1997), el uso de antiguos códigos criminológicos lombrosianos para identificar perfiles delictivos en relación a la sexualidad y la racialidad, así como los límites de la libertad religiosa”, detalló.
El activista acompañó su post del descargo oficial que hizo al interponer la demanda contra la artista y de una foto del contrato de servicios jurídicos que suscribió con la Organización Nacional de Bufetes Colectivos.
En el descargo, Roque fundamentó su denuncia en el hecho de que la ciudadana cubana Danay Suárez Fernández reprodujese el 13 de junio en su página oficial de Facebook un texto de Dayis Arizmendi titulado a «A mi generación», en el que “se iguala la orientación sexual a la Pedofilia”, considerada un trastorno psicosexual por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y un delito “contra el normal desarrollo de las relaciones sexuales y contra la familia, la infancia y la juventud” en la ley Penal cubana.
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“Danay es persona pública por ser cantante de Rap y Hip-Hop, con reconocimiento nacional e internacional. Su posicionamiento al publicar el mencionado texto, consiste en incluir a las personas homosexuales y bisexuales bajo las mismas bases ideológicas, que desde su perspectiva religiosa evangélica fundamentalista, denomina «ideología de género»”, comentó Roque en su descargo.
Para él, igualar la homosexualidad con la Pedofilia “constituye un acto difamatorio, discriminatorio y un ultraje a las personas homosexuales masculinas y femeninas cubanas”.
“Dicho acto irresponsable constituye un delito contra el honor de un colectivo de personas que produce daños morales al afectar su reputación social, rebajarlo en la opinión pública o exponerlo a perder la confianza requerida a nivel político y social”, apuntó, al tiempo que subrayó que el texto y su publicación en la red social viola varios artículos constitucionales referentes a la igualdad y la no discriminación.
Esta decisión de Roque de demandar a Danay Suárez por algo publicado en su perfil personal resulta inédita y polémica de por sí en la jurisprudencia cubana, acusada por muchos de no prestar la debida atención a las violaciones de los derechos y libertades individuales, sobre todo civiles y políticas, cuando es el Estado o una organización estatal el agresor.
En tal sentido, en las redes y los medios que tratan el tema Cuba fuera de la agenda marcada por el discurso oficial la denuncia genera opiniones divididas.
El propio promotor de la querella criminal afirmó este sábado en Facebook que ha recibido muestras de solidaridad con su iniciativa. Según dijo, hay “disposición de muchas personas para servir como testigos o como expertos”.
Sin embargo, también reconoció que su acción no ha sido del agrado o ha sido discutida desde “posiciones cristianas no fundamentalistas y respetuosas”, “posiciones cristianas fundamentalistas, que solamente entienden y se expresan desde su visión dogmática”, y por “el grupito de siempre que considera con su "ética" indolora que en las redes vale todo y que usan discurso de odio o mezclan este asunto con la política”.
Como miembros de ese “grupito” Roque puede haberse referido a activistas de otros sectores o disidentes, que se han pronunciado contra su acción por considerar que atenta contra la libertad de expresión de la cantante, la cual ofreció disculpas públicamente por todos los malentendidos que su publicación pueda haber generado y aclaró que no se considera homofóbica ni apoya la pedofilia.
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En tal sentido, la periodista cubana Yaiset Rodríguez Fernández afirmó este sábado estar preocupada por el hecho de que exista “una demanda judicial a partir de un post en Facebook”.
“¿Se ponen los filtros que desechan cuando les duele, cuando les ofende? ¿El derecho a tener una opinión es selectivo? ¿Cuándo resulta despreciable la opinión del otro hay que aplastarlo en los tribunales?”, cuestionó Rodríguez, también desde su perfil personal en Facebook.
Según ella, no se puede entender este asunto en Cuba con toda “la falta de libertad de expresión que ya se ha sufrido” y la existencia del decreto ley 370, utilizado como arma represiva para coartar la libertad de opinión y expresión en las redes sociales y otras plataformas de comunicación existentes en la actualidad.
De acuerdo con juristas consultados por la periodista, sólo bajo el argumento represivo del referido decreto procedería la demanda. Bajo otros, según le dijeron, “carece completamente de fundamentos de derecho, es un ‘disparate jurídico’”.
“Para interactuar con una publicación están los comentarios. Podemos exponer nuestro criterio, debatir, desahogarnos, mostrar acuerdo o desacuerdo de manera civilizada y respetuosa”, agregó Rodríguez, para quien Danay Suárez tiene más motivos que Roque para emprender demandas judiciales por los comentarios racistas y de odio que recibió en su publicación, detonante de toda la polémica.
De manera similar, la artista cubana Tania Bruguera también cuestionó las reacciones extremas que ha habido contra Danay Suárez. “¿Aquellos que hemos sido mandados a callar por muchos años pudiéramos educar al ignorante en vez de mandarle a callar? Digo, para no volvernos lo que criticamos”, aseveró en su perfil de Facebook.
Desde ese espacio, la reconocida artista y activista compartió una petición en la plataforma Change.org, que impulsan varios intelectuales y artistas de la isla, y que contrasta, en tanto reacción a lo publicado por la rapera, con la decisión de interponer una demanda judicial.
Dicha petición, dirigida a la Asamblea Nacional de Cuba, el pretendido parlamento del sistema político de la isla, hasta el momento cuenta ya con la firma de más de 1800 personas. Busca “sensibilizar, reflexionar y multiplicar la solidaridad con la comunidad LGBTQ+ en Cuba”. Promovida inicialmente por la plataforma 11 M e impulsada por Mónica Baró, Sandra Alvarez (Negra Cubana), Haydeé Milanés, Roberto Ramos Mori, Mabel Cuesta y Julio César Guanche, reconocidos promotores, intelectuales, artistas y activistas de la isla.
Así, entre una demanda individual por presunta injuria y una petición ciudadana que trasciende en sus propósitos la queja contra una opinión personal, el texto replicado por la reconocida rapera, con nominaciones al Grammy Latino y ganadora de una Gaviota de Plata Especial en Viña del Mar, sigue ocupando un lugar destacado en el debate público cubano; ese debate que, aunque no se fomenta desde instancias oficiales, es fiel reflejo del sentir de amplios sectores de Cuba.