Javier Caso, fotógrafo cubano radicado en Estados Unidos y hermano de la actriz Ana de Armas, hizo público un audio de su encuentro con oficiales de la Seguridad del Estado el 9 de enero, en el que lo amenazan por su relación con los artistas independientes Miguel Coyula y Lynn Cruz.
“En tu perfil de Facebook tienes publicada, compartida, varias cosas que ha hecho Lynn Cruz. ¿No sabes que eso es público? La redes son públicas", mencionó uno de los policías durante el interrogatorio.
“El problema es que Lynn es una persona controlada por nosotros”, fue una de las primeras declaraciones directas del oficial, quien comenzó con unas escaramuzas ambiguas, sin caer en el núcleo del asunto. No sabemos cómo lo logró, pero se las arregló para hurtar un dispositivo de grabación al chequeo de los agentes.
A Caso lo retuvieron en el aeropuerto por visitar a los dos artistas en su viaje a Cuba, algo que, evidentemente, molestó a la policía política. Insinuaron que trajo dinero de la CIA para pagar a Cruz y Coyula, lo cual negó al momento.
“Esas personas no tienen una actitud “directa” con la Revolución”, le dijo el oficial. Acto seguido lazó una de las primeras amenazas: “usted al relacionarse con ellas puede caer en un delito”. “¿Cuál es el delito?”, preguntó Caso. “Difundir alguna obra de ellos”.
“¿Cuál es el problema entonces? Para que sepas, si sigues con Lynn Cruz, si te reúnes con Lynn Cruz, si vas a las actividades de Lynn Cruz, vas a ser objeto de control de nosotros”, le espetó el agente.
Lynn Cruz, la más aludida en el audio, fue una de las que lo compartió en Facebook. En su muro agregó el siguiente comentario: “sólo tenían como fuerza acusarnos de recibir financiamiento de la CIA, y repetirse una y otra vez que lo que hacemos es ilícito. Hasta qué punto, todo esto no es más que un episodio, para que seamos testigos de la pérdida de valores dentro del propio cuerpo que representa a la ley, cuyos agentes se comportan como cualquier delincuente común. Siento pena de ver pisoteada la moral de un pueblo, que ya no sabe distinguir entre un bandido y un caballero”.
Al parecer, además de las habituales amenazas e intimidaciones para dejar a los artistas sin apoyo, a la Seguridad del Estado les molestaba que Caso difundiera la obra de Cruz y Coyula en redes sociales. Le dijeron que se abstuviera de hacer, y agregaron: “tú puedes tirar fotos aquí, pero lo que no puedes es tirar fotos de ninguna actividad en casa de Miguel Coyula. No puedes vincularte (con ellos), porque ellos no son ni artistas, ni son fotógrafos ni son nada”.
“Nada”, es decir, menos que gente: muertos en vida, apestados y controlados.
“¿Ser artista independiente es ilícito aquí (en Cuba)?”, preguntó el fotógrafo. “¡Claro!”, respondió el agente. “Yo soy ninja. Yo podía haberte ido a buscar en un patrullero, a mi me gusta todo ese show, todo ese espectáculo a mi me gusta. Entonces se iba ver mal tu imagen, la de tus padres… Entonces, ¡ojito con traerle algún dinerito a Lynn!”
En otra parte de la conversación queda claro cómo el régimen controla las interacciones de los cubanos en redes sociales para evitar incluso en el espacio virtual la libertad de expresión. “Tienes un [Facebook] post “No al 349”, mencionaron los oficiales, a lo que Caso contestó que claramente el no estaba de acuerdo con el 349 y por eso su publicación. Seguidamente las autoridades le informaron que si continuaba promoviendo la obra de Lynn Cruz, reuniéndose o asistiendo a sus actividades el sería objeto también del control del régimen. “No sé si sabes que la policía cubana está entre las 5 mejores del mundo”, alardeó el oficial quien también se refirió a que Cruz tenía un documental que hablaba mal de Fidel Castro y que eso en Cuba simplemente no era permitido.
Por último, hubo alusiones a la hermana de Caso, la famosísima Ana de Armas, probablemente una alusión a que también ella podría merecer las “atenciones” de la Seguridad del Estado. “Tu hermana es famosa, ¿verdad? Pero eso no te exime de que si incurres en un delito… Y trabajar con Lynn Cruz, promocionar obras de Lynn Cruz, no está permitido”.
Lynn Cruz y Miguel Coyula son conocidos tanto por su obra de actriz y realizador, como por su activismo contra el régimen cubano. Fueron especialmente activos durante los debates por la ley de Cine y los decretos 349 y 373, creados para mejorar el control del gobierno sobre la creación artística.