Cuatro apagones dejaron en negro a Venezuela en 2019

2019 dejó un mal sabor de boca en Venezuela. Sus ciudadanos tuvieron que enfrentar cuatro apagones masivos, y hay estados donde la electricidad no volvió de manera normal. El Comité de víctimas de apagones asegura que en el año se registraron, al menos, 80.300 fallas del servicio
Cuatro apagones dejaron en negro a Venezuela en 2019
 

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En Caracas se hicieron costumbre los bajones de luz. Se puede estar en la oficina, en la cocina o viendo una película, cuando, de repente, la electricidad disminuye a lo mínimo. Entonces se apaga el aire, se va el televisor, y nadie se mueve, ya no es novedad. Es una realidad que se vive en la capital venezolana luego de padecer durante 2019 cuatro apagones masivos que también afectaron a otros 22 estados.

El 7 de marzo de 2019 Venezuela quedó incomunicada. Aproximadamente a las 4:00 de la tarde de ese día la impresión que dio fue que alguien bajó el interruptor y no dijo nada. Nadie sabía lo que pasaba, muchos ciudadanos pensaron que era una falla solo en su sector, en su estado; que era un “por ahora”, que “la luz ya viene”. Pero no, no regresó.  

No había modo de saber lo que sucedía. El país quedó a oscuras y regresó a la época de las cavernas. Los teléfonos celulares solo quedaron para escuchar música -quienes tenían batería- pues las tres principales líneas de telefonía celular y la central telefónica Cantv se quedaron sin servicio, debido a que la mayoría de sus plantas eléctricas para cubrir emergencias han sido víctimas de la delincuencia por estar hechas de cobre, un material que en la Venezuela hiperinflacionaria se paga caro.

Los únicos habitantes que se enteraron ese jueves que se trataba de un apagón general, que había afectado a 22 estados del país y parte del estado Bolívar, fueron los que encendieron sus vehículos y lograron escuchar la información a través de las emisoras de radio que tenían planta eléctrica; también a los que se fueron a hoteles a escapar de la realidad, o quiénes tuvieron suerte de agarrar rayos de señal cerca de sus viviendas o autopistas.

Y así amaneció el viernes y los pueblos y ciudades siguieron sin luz, tal cual como se acostaron. En las calles no habían bombillos encendidos, el Metro de Caracas seguía apagado, la colectividad continuaba sin saber qué pasaba. Lo único que se sabía eran los cuentos de vecinos que narraban cómo caminaron a oscuras por los rieles del Metro; otros por las principales avenidas de Caracas hasta altas horas de la noche, motivado a la incapacidad del transporte público de atender a tantos usuarios. Del interior del país no se tenían reportes.

Los venezolanos que se acercaron a zonas estratégicas en Caracas y pudieron acceder a la red social Twitter se enteraron que la falla se habría producido en la central hidroeléctrica del Guri. El gobierno de Nicolás Maduro, una vez más, usó la tesis del sabotaje.

Pero la narrativa del Estado no fue creíble. Casi la mitad de los venezolanos permaneció, al menos, tres días continuos sin servicio eléctrico, de acuerdo como afirma un estudio realizado por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos. El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guido, indicó que se perdieron 17 vidas durante el apagón. 

La luz se restableció de forma inestable las semanas siguientes, y en algunos casos solo duraba algunas horas. La desesperación se adueñó de los venezolanos. En estados como Zulia, Táchira, Mérida (los más afectados desde que el Servicio Eléctrico Nacional se vio arropado por la demanda del país) los habitantes conocieron lo que sucedía después del 12 de marzo. Muchos de sus familiares, sobre todo los que emigraron, hicieron cadenas a través de redes sociales para saber si se encontraban bien. Fue una tragedia nacional e internacional.

 

No fue un apagón, fueron cuatro

A la 1:30 p.m. del lunes 25 de marzo se registró el segundo apagón masivo de 2019 en Venezuela. Al menos 17 estados del país quedaron afectados. En algunos sectores el servicio fue restablecido cinco horas después. Sin embargo, un nuevo corte se reportó cerca de las 10:00 p.m. 

Con ese apagón, la incertidumbre se hizo aún más visible en los ciudadanos. la desesperación también. Las preguntas que se escuchaban en la calle -porque una vez más el país se quedó sin red celular- eran: “¡Dios! ¿Hasta cuándo será este?”, “¿Qué vamos a comer?”. Nuevamente se quedaron ciudadanos atrapados en el Metro de Caracas, no hubo transporte público suficiente para cubrir la contingencia, varios hospitales se quedaron también en negro, pues no fueron respaldados a tiempo con una planta eléctrica. Hasta la principal morgue de Caracas no podía entregar cadáveres, no tenía planta y era imposible hacer los trámites. Muchos venezolanos no pudieron enterrar a tiempo a sus muertos. 

La contingencia fue tanta que el dólar apareció una vez más como la moneda para comprar hielo y mantener lo que había en la nevera. Las farmacias y supermercados que tenían planta eléctrica se llenaron de personas que solo buscaban comprar provisiones para mantenerse en la nueva contingencia. El gobierno de Nicolás Maduro dijo una vez más que la falla se había debido a un ataque a la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, mejor conocida como el Guri

Esa noche la luz volvió, pero en Caracas, otros estados del país continuaron a oscuras. A pesar que en algunas entidades no se restableció el servicio, cuatro días después ocurrió el tercer apagón masivo. El viernes 29 de marzo de 2019, 21 estados de Venezuela se quedaron sin electricidad, nuevamente. 

El corte afectó el funcionamiento de las líneas telefónicas, servicios de telefonía móvil y conexión a internet. La organización Net Blocks, que registra interrupciones en internet, reportó que ya para el tercer apagón el 90% de  Venezuela tenía conectividad móvil limitada, solo un 10% del país tenía acceso a conocer que pasaba. 

Después de los tres apagones en marzo, el gobierno implementó un plan de racionamiento eléctrico en abril. El plan se estableció para hacer cortes de 3 horas diarias, pero usuarios de estados como Zulia reportaron los primeros días hasta 10 días corridos sin servicio. A pesar de la baja en la carga eléctrica, el lunes 22 de julio se registró un nuevo apagón masivo en Venezuela a las 4:45 p.m donde, nuevamente, 22 estados quedaron afectados. La electricidad llegó pasadas las 12 de la medianoche.

Con el paso de los meses las horas de racionamiento disminuyeron. Pasaron de 12 horas a cuatro horas al día. La realidad de muchos venezolanos cambió desde marzo. Deben hacer horarios para trabajar, para hacer compras (porque en Venezuela no hay bolívares y se debe pagar en puntos de venta o en dólares) y también planificar sus idas a abastecerse de gasolina, si la estación de servicio no está blindada con planta eléctrica. 

Los estados más afectados siguen siendo los mismos: Zulia, Táchira, Mérida y Trujillo, también se le suma Barinas y Lara. Eso sí Caracas sigue estando en una situación de privilegio, porque aunque hay bajones, racionamientos programados no.

80.700 fallas eléctricas en 2019.

Este 16 de diciembre la presidenta del Comité de Afectados por los Apagones, Aixa López, informó que se registraron 80 mil 700 fallas eléctricas en el país durante este 2019. 

La especialista en materia eléctrica detalló que la entidad más afectada fue el estado Zulia, con 40 mil 877 fallas. Le siguen los estados Táchira, Mérida, Trujillo y Miranda, cuyos sistemas registraron mayor cantidad de fluctuaciones en el segundo semestre de 2019.

 

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