Especialistas dicen que Cuba tiene que ver en la escasez de gasolina que vive Venezuela

De acuerdo con sindicalistas del sector petrolero la paralización del Complejo Refinador Amuay, más el continuo despacho de gasolina de Venezuela a Cuba, es lo que ha generado que este diciembre las colas para surtir combustible hayan llegado a Caracas
Especialistas dicen que Cuba tiene que ver en la escasez de gasolina que vive Venezuela
 

Reproduce este artículo

 

La crisis de la gasolina nuevamente llegó a Caracas. Desde que comenzó la semana las colas para echar gasolina pasaron de dos a tres vehículos a filas de más de 20; la misma realidad se vivió en otras ciudades como Aragua, Miranda, Lara y Valencia. Sindicalistas del sector petrolero indicaron los motivos: la paralización de la Refinería Amuay desde el 3 de noviembre por falta de equipos y que la poca gasolina que hay el gobierno la envía a Cuba.

Desde la mañana del pasado 9 de noviembre las colas para surtir gasolina iniciaron en la capital venezolana. El hecho alarmó a la ciudadanía, y muchos caraqueños temerosos de quedarse sin gasolina para movilizarse empezaron a visitar las distintas estaciones de servicio, lo que empeoró la situación. Varios de ellos comentaron que no habían visto colas de tal magnitud desde el paro petrolero del 2002, que se generó ocho meses después del 11 de abril. día golpe de estado que el sector opositor le hizo al expresidente Hugo Chávez.

Tanto en recorridos por la ciudad, como en comentarios colgados en la red social Twitter se conoció que se desarrollaron largas colas para surtir de combustible en sectores caraqueños como: Chuao, Caricuao, El Cafetal, El Paraíso, Los Palos Grande, la avenida Andrés Bello, Santa Mónica y la avenida San Martín. Pero no solo en Caracas, otros estados del centro de Venezuela como Carabobo, Miranda y Aragua el panorama era similar.

Sindicalistas del sector petrolero informaron que las colas se formaron por falta de gasolina, por una baja de abastecimiento por parte de Pdvsa a las distintas estaciones de servicio. Los especialistas comentaron que lo que detonó las largas filas fue que la planta Desintegradora Catalítica de la Refinería Amuay, la única planta procesadora que estaba en servicio en el país, se encuentra paralizada desde el pasado 3 de noviembre por fallas en equipos, lo que detuvo la poca producción de gasolina que había en Venezuela. La planta de Amuay producía entre 35.000 y 40.000 barriles por día de una gasolina no terminada, de muy bajo octanaje, de entre 60 y 65 octanos.

De acuerdo con Iván Freites, directivo de la Federación Única Nacional de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Ftupv), ahora Venezuela depende de la importación. “Al país llegan diariamente entre 100.000 y 150.000 barriles de gasolina que no van al mercado interno, pues una parte va para Cuba y otra se va por contrabando”, explicó.

“Están sacrificando a los venezolanos por Cuba y por el contrabando. Esto viene pasando desde hace años, y por eso nosotros hemos venido denunciando que la Asamblea Nacional tiene que asumir su responsabilidad en este problema que tenemos en cuanto a los combustibles y los refinados, y que de una vez por todas anule el convenio que hicieron Fidel Castro y Hugo Chávez de prácticamente regalarle refinados a Cuba, en este caso gasolina y gasoil”, indicó Freites.

Según Freites si logra anular el convenio Cuba-Venezuela y se toman medidas que eviten que el contrabando siga reinando en Venezuela, no se presentaría el problema de la escasez de combustible actualmente vive el país.

Dice que el gobierno, a pesar de las sanciones realizadas por el Departamento del Tesoro a Venezuela, sigue cumpliendo con Cuba. Indica que las herramientas de las que se ha valido para que los buques entren a la isla sin ser detectados es que desconectan a los buques del sistema de localización en tiempo real. Luego apagan las luces del navío y por último remolcan el carguero hacia el puerto. “Ahí carga lo que tenga que cargar de gasoil y gasolina. Todo esto es una triangulación con Cuba que siguen manteniendo”, dijo.

 

Las colas de gasolina en Venezuela tienen 17 años

Desde diciembre de 2002 con el desarrollo del paro petrolero que se extendió hasta abril de 2013, en Venezuela comenzaron a percibirse colas para llenar el tanque de combustible. El país petrolero, donde puedes llenar un tanque de 60 litros con la gasolina de mayor octanage por un precio de 200 bolívares, lo que al cambio del mercado negro serían la ínfima cantidad de US$0,000001, el pagar barato se devuelve con creces.

En estados como Táchira, Mérida y Zulia, el primero y último fronteras con Colombia, las colas para surtir combustible son diarias y no cesan. Actualmente para llenar un tanque en San Cristóbal, la capital del estado Táchira el ciudadano debe amanecer en las afueras de una estación de servicio y esperar que, al menos, unos 200 carros se surtan de gasolina. Algunos usuarios pasan día y noche en la bomba, y aún así no logran llenar, porque el combustible se acaba o la gandola asignada para estación de servicio no llegó.

En estas entidades la problemática de la gasolina también se ha visto involucrada con el contrabando, debido a que como el precio a cancelar en Venezuela por el combustible es tan bajo y en Colombia es mucho más costoso, hay algunos ciudadanos que para lograr extender su salario mínimo (que actualmente es al cambio del dólar negro menos de seis dólares) hacen cola y luego la venden en la frontera; o hay otros que no tienen que ir hasta Colombia, pues hay varios venezolanos que han montado sus propios sitios de llenado, y son ellos los que se encargan de entregar el combustible a las mafias. Por vender un envase de 20 litros el venezolano puede recibir unos 50.000 pesos colombianos, lo que al cambio son más de 20 dólares.

Especialistas en la materia indican que la realidad de Venezuela, respecto a la escasez de combustible, solo se sanará cuando el gobierno decida aumentar las tarifas; con ello se comprarán los repuestos que necesitan las distintas refinadoras y no será lucrativo contrabandear gasolina hacia Colombia.

 

Relacionados