El libro “Diecisiete instantes de una primavera” tiene espías, comunistas, fascistas, cárceles, torturas, dictaduras de todos los colores y cuanta suciedad esconde el mundo político. Bien, las “Diecisiete veces de Luis Manuel en un calabozo” poseen esos mismos ingredientes. Les jode que la obra de este artista triunfe, porque ellos han fracasado en todos sus espectáculos. A continuación les presento “Diecisiete performance fallidos y siniestros” de esa artista chapucera llamada Re-involución.
Número 1: El performance de “La crisis de los misiles” que terminó cogiéndolos de puchimbá, ya que al final la URSS negoció con los americanos sin contar con Cuba, a pesar de que el Líder impronunciable, en su bajeza infinita, estaba dispuesto a inmolar a los cubanos en un sacrificio atómico.
Número 2: El performance del Líder impronunciable, burlándose de los jovencitos con actitudes “elvispreslianas” y sus “shows feminoides”, que trajo como consecuencia las terribles UMAP. Y también estas fracasaron porque por esa misma fecha, Reinaldo Arenas nos cuenta se desayunaba oficiales del Minint como torticas de morón.
Número 3: El performance de “La zafra de los diez millones” que fue un lastre, y además inició la destrucción de la industria azucarera.
Número 4: El performance de Ubre Blanca, rompiendo récord de litros de leche extraídos en saludo al 26 de julio, que detrás escondía el fracaso de la industria ganadera, para vergüenza de Camagüey.
Número 5: El performance del “Cordón de la Habana” que solo nos dejó chícharo con café y arruinó un territorio rico en árboles frutales.
Número 6: El performance de los “Mítines de repudio” que dividió a la familia cubana y amigos y vecinos de la manera más sucia posible. Para mayor cinismo y fracaso, los gusanos después se convirtieron en mariposas contribuyentes.
Número 7: El performance de la “Guerra de Angola” que dejó miles de jóvenes cubanos muertos, junto a la vergüenza muda de un país, que para no volverse loco, jamás se ha atrevido a aceptar en público, que todo aquello fue por gusto.
Número 8: El performance de los “Balseros” que convirtió el Golfo de México en una réplica del Cementerio de Colon.
Número 9: El performance del “Periodo Especial” que puso a los cubanos a comer gatos, picadillo de cáscara de plátano, pizza con queso de preservativos, a criar cerdos en las bañaderas de las casas y a alumbrarse con un tubo de pasta dental.
Número 10: El performance de Elián, que solo nos dejó un monigote patético, que se desvive en odas y elogios a los dinosaurios forzaron a su madre a sacrificarse, sin jamás hacer referencia a ella. ¡Qué triste!
Número 11: El performance de la “Batalla de ideas” que desató una ola gigante de corrupción y robo de recursos a todos los niveles.
Número 12: El performance de la expulsión del grupo Omni de su sede, con la intención de arrebatarle a Alamar la luz de la poesía y la fuerza espiritual de saberes ancestrales.
Número 13: El performance de “Verano en Jibacoa” que le robó al grupo Matraca el festival alternativo más importante del país y quince años de trabajo duro.
Número 14: El performance de la mejoría de relaciones con Obama, que creó una red de bares y negocios de la “High Light”, controlada por los hijos y nietos de los dinosaurios, llena de prostitución y tráfico de drogas.
Número 15: El performance del “Avestruz” de un anciano deprimente que fue una broma satánica de extorsión. El pueblo se derritió en memes en las redes sociales, pero por detrás ETECSA derritió los bolsillo de los cubanos, que gastaron el doble en datos móviles y siguió con hambre… y sin avestruz.
Número 16: El performance de “Zoonosis” que organizó el asesinato en masa de los perros callejeros en la Habana, para recibir a los reyes de España, y al final Firulais salió en primera plana entre las patas de Felipe y Leticia.
Número 17: El performance de lograr el bochorno que es… tener una isla rodeada de mar, sin peces para el pueblo, un país lleno de tierras sin agricultura, con miles de universitarios y sin progreso, con un ejército parásito sin una guerra en el horizonte… salvo la que tienen con su propia gente.
Entonces, después de tanto fracaso y dolor… ¿CUANDO USTEDES SE VAN A METER PRESOS?
¡LIBEREN A LUIS MANUEL OTERO ALCANTARA!