La respuesta está clara: SÍ, claro que se puede, y más si tienes a Lionel Messi en tu equipo. Francia fue campeona mundial sin que Giroud anotara una sola vez en todo el torneo. Pero no siempre es así.
En la tarde-noche de este miércoles, el Barça ganó a domicilio frente al Slavia de Praga y Luis Suárez extendió un poco más su espantosa sequía lejos del Camp Nou en la Liga de Campeones.
Aunque estuvo otra vez muy cerca, su disparo a gol provocó una anotación en propia puerta que evitó quitarse ese "San Benito" que, estoy seguro, le atormenta psicológicamente al uruguayo.
Pero la pregunta que hago al inicio va encaminada a debatir sobre los últimos 4 años en el que el Barcelona ha sido eliminado de la importante competición, los mismos que hace que Luis Suárez no marca a domicilio, desde el 16 de septiembre de 2015 en Roma.
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Se sabe que para ganar las eliminatorias tienes que marcar fuera de casa, tienes que lograr tocar las redes rivales en campos enemigos para tener la posibilidad de pasar las rondas finales a doble partido. Eso no es un secreto para nadie.
Hagamos recuento desde 2015:
2015/2016 → En cuartos, ganan en Barcelona 2-1 al Atleti y luego pierden en Madrid 2-0. Se fueron.
2016/2017 → Barcelona pierde 3-0 en Turín frente a la Juve sin marcar un gol allí. Queda eliminado.
2017/2018 → La remontada de Roma. Ganando 4-1 en Camp Nou, los romanos le endosaron un 3-0 (importancia del gol a domicilio) y pasaron la eliminatoria.
2018-2019 → Otra vez remontada sin goles a domicilio. Ganaron 3-0 en Camp Nou a los de Klopp pero luego en Anfield sufrieron un descalabro de 4-0 en el marcador.
No puedo asegurar, nadie lo puede hacer, que la culpa sea sólo de Luis Suárez y su preocupante ausencia de goles en el "extranjero", también podrían hacerlo otros compañeros del matador, pero lo que sí es verdad es que él está ahí para hacer los goles, es el máximo responsable -al menos en la teoría- de convertir las ocasiones en puntos para su equipo, y el crack charrúa sabe hacerlo a la perfección.
Yo personalmente creo que ya es un problema mental, de presión externa, de rabia personal, creo que todo este problema con los goles fuera del Camp Nou está -en un gran porciento- alojado en su cabeza. En Praga, sin ir más lejos, tuvo un mano a mano que Messi le puso que no definió bien, pudo haber revertido la situación ayer mismo.
El Barça necesita mejorar sus visitas en la Champions si quiere devolver la Orejona a la vitrinas catalanas, y en eso tiene que ayudar su artillero, su hombre de punta. Como suele pasar, cuando rompa la maldición, caerán los goles como gotarrones de agua en la tormenta.
Eso sí, tiene que antes llover en el desierto de sus goles.