La nominación de varios textos de periodistas cubanos que escriben en medios oficiales junto a otros periodistas de medios independientes en el concurso de crónicas organizado por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), ha desatado la ira de la Unión Nacional de Periodistas de Cuba (UPEC), la organización oficialista que agrupa a los profesionales del gremio.
El jurado del premio CUBACRON, integrado por los periodistas Cristian Alarcón, Marcela Turati y Julio Villanueva, eligió 10 crónicas como finalistas del premio, cuyo ganador recibirá un diploma y una invitación a participar en la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación 2019, a desarrollarse en la ciudad de México, entre el 7 y 10 de noviembre del 2019.
Entre las crónicas seleccionadas, hay tres de publicaciones en medios oficiales: "Por Dios, ¿cuándo va a entrar el nitrazepam?", de Dayamis Sotolongo, publicada en el semanario Escambray; "Después no le echen la culpa al río", de Haydee León, publicada en Juventud Rebelde, y "La red de La Habana", aparecida en la web de Somos Jóvenes.
Al premio también están nominados otros textos publicados en medios independientes: "Los cazadores ocultos", de Jesús Jank Curbelo, en Periodismo de Barrio; "Los gallos finos no tienen nombre", de
Darío Alejandro Alemán, en El Estornudo; "Scanning Guantánamo", de la Redacción de OnCuba; "La revolución de los acuáticos", de Abraham Jiménez, en El Estornudo; "El regreso de Scarface i y ii"
de Lianet Fleites, publicado también en El Estornudo; "UMAP: nada, nadie, nunca", de Yoe Suárez, en Hypermedia Magazine, y "Apostar a los números de la suerte", de Yandrey Lay, aparecido en El Toque. A estos medios independientes, la UPEC se refiere como "una línea editorial abiertamente antisocialista y alineada a las políticas de Washington contra el gobierno cubano".
La declaración de la UPEC no escatima en epítetos: luego de asegurar que el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) es "una ONG vinculada a campañas políticas contra gobiernos y organizaciones progresistas en América Latina, particularmente obsesionada con las líneas de ataque a la Revolución bolivariana", y aclarar que la organización "canaliza los fondos para la injerencia y la subversión de las agencias estadounidenses en el frente de las “violaciones a la libertad de expresión”, la organización oficialista acusa a la National Endowment for Democracy, a la OEA y al filántropo George Soros de donar fondos para la "subversión".
Contra Soros se lanza una parrafada digresiva, que lo define como "un conocido promotor del caos global desde Ucrania hasta los Balcanes, según los documentos filtrados por DC Leaks. Recientemente su mano peluda, junto con la NED, ha aparecido meciendo la cuna de las manifestaciones en Hong Kong. Wayne Madsen, ex investigador de la célebre Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en su libro Soros: el quantum del caos, ha documentado con pelos y señales la participación de la OSF en la desestabilización de los Balcanes, su doble juego en el Cáucaso, su colaboración en el golpe en Honduras, su infiltración en China, sus redes de apoyo a las “revoluciones de color” y las “revoluciones árabes”, y su injerencia en América Latina."
"La Unión de Periodistas de Cuba --asegura el comunicado oficialista-- tiene bases políticas y éticas muy claras; caben en su seno múltiples opiniones, pero no comulgamos ni con la NED, ni con la OEA, ni con la Open Society de Soros, funcionales a las estrategias del gobierno de Estados Unidos para asfixiar a nuestro país. Sus operaciones son inmorales e ilegales bajo los principios cívicos y las normas jurídicas cubanas. Refuerzan aún más el bloqueo económico, promueven la desestabilización, cortejan a los medios privados y llevan adelante una gigantesca campaña que le niega la sal y el agua al gobierno de Miguel Díaz-Canel, mientras omiten lo que no les conviene, tergiversan la realidad y calumnian groseramente a quienes defienden el socialismo y la Revolución cubana."
Según la UPEC, la IPYS "ha manipulado a nuestros compañeros para auspiciar una nueva campaña contra el sistema público cubano" que "lleva impreso un sello político contrarrevolucionario, con vergonzosos ecos en las redes que llegan al extremo de sugerir que la UPEC acepte dinero de organizaciones que tienen las manos manchadas de sangre y usan la retórica de la libertad de expresión con fines ideológicos y como ariete político".
El Instituto Prensa y Sociedad, basado en Lima, Perú, es una organización civil que promueve el periodismo de investigación, la libertad de expresión y el acceso a la información pública en América Latina. En su directiva hay profesionales tan notables como Mirko Lauer o Luis Jaime Cisneros.
La declaración oficial está firmada por la "presidencia de la UPEC", que incluye actualmente al subdirector editorial de Juventud Rebelde, Ricardo Ronquillo Bello, y a los vicepresidentes, Rosa Miriam Elizalde Zorrilla, Ariel Terrero Escalante y Jorge Legañoa Alonso, todos funcionarios con estrecha cercanía al departamento Ideológico del Partido Comunista y más que dudosos méritos periodísticos.