Cuando ya no se acordaba de él, el fantasma de Glasgow se le cruzó en su camino disfrazado del jamaicano Omar Mc Leod.
En el Bajo techo europeo de Glasgow en marzo, el cubano – español Orlando Ortega era el favorito y terminó cuarto en la final. Se le vino el mundo encima.
Este miércoles en la noche catarí del Mundial de Doha, volvió a ser el favorito después de su mejor registro en las clasificatorias.
Y aunque tuvo una arrancada lenta, iba a entrar en medallas, en bronce, detrás de McLeod y el estadounidense Grant Holloway.
Pero lo impensable. A poco de burlar la última valla el monarca olímpico y mundial jamaicano trastabilleó, se salió del carril y cortó el paso de Ortega.
El artemiseño de 28 años nunca había ganado una medalla en un Mundial y Doha parecía una buena oportunidad cuando comienza a acercarse su jubilación. Pero el sueño se le esfumó.
Definitivamente quedó quinto (13.30), detrás de Holloway (13.10), el ruso Sergey Shubenkov que compite como Atleta Neutral (13.15), el francés Pascal Martinot-Lagarde (13.18) y el chino Xie Wenjun (13.29). McLeod no terminó la carrera.
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En los Juegos Olímpicos de Río, Ortega había sido plata olímpica detrás de McLeod.
Después de terminar sexto en la final olímpica de Londres, concurrió al Mundial de Moscú 2013 donde quedó en el lugar 25. Poco después, abandonó la delegación cubana y no se detuvo hasta Madrid.
En el Mundial 2015 no pudo participar . Cinco días antes de los Juegos de Río, el COI lo autorizó a competir por España, después de haber cedido la presión en su contra de las autoridades deportivas de la Isla.
En el Mundial del 2017, ganado por McLeod, fue séptimo.
Y este martes, todo mundo vivió su tragedia por la televisión. Así que son justificadas sus declaraciones a la Televisión Española recogidas por Marca:
"Estoy sin palabras, es un robo, una estafa. La IAAF tiene que hacer algo con este evento, porque no es la primera vez. Lo veía venir, sé que son más rápidos que yo en las primeras tres vallas, pero después no. Y justo cuando estoy en las medallas, se ve que McLeod se mete en mi calle. Me ha robado una medalla, podía haber luchado por el oro hasta el final.
“Un año trabajando para esto y llega la final y sucede esto. Es impresionante. Entiendo que haya choques de manos, puedo aceptar que haya roces, pero esto no lo puedo aceptar".
Pese a todo, el cubano español dijo: “agradezco el apoyo de la gente en España, me quedo con cada momento que he corrido. Incluso me quedo con esta final, es triste. Pero ya no hay vuelta atrás"
