El boxeador cubano Guillermo Rigondeaux, que se recupera de un accidente doméstico, compartió en sus redes sociales el emotivo instante en que juntó a sus dos hijos en Estados Unidos, un momento por el que ha esperado 12 años.
“Exactamente 12 años esperando este momento, lo luché y lo logré, mis dos hijos juntos”, escribió en sus redes sociales el veterano pugilista. La publicación acumuló más de 500 felicitaciones y esa misma cantidad de reacciones.
A inicios de marzo, el boxeador recibió dos golpes, uno en lo profesional y otro en casa. Primero, perdió una pelea importante por decisión unánime de los jueces ante el filipino Vicent Astrolabio, en el Emirates Golf Club de Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
Al regreso a su hogar, en Miami, casi pierde la vida tras explotarle una olla de presión. A consecuencia del accidente, estuvo varios días con pérdida de visión. Según declaró a El Nuevo Herald su manager, Alex Bornote, Rigondeaux también había sufrido quemaduras en el rostro.
“Cuando la olla explotó y vimos cómo había quedado Rigondeaux, pensamos lo peor, porque la cara y los ojos lucían muy mal producto del impacto de la explosión. Pero esperamos que se recupere”, declaró el manager hace más de un mes. A juzgar por la imagen con sus hijos, el pugilista ha mejorado mucho.
Rigondeaux tuvo su mejor momento profesional en 2013, pero hace unos meses también cayó por decisión dividida frente a John Riel Casimero. “Ya todo eso es historia y ahora miramos adelante’’, proclamó el cubano tras ese choque.
“Cualquiera que suba conmigo al ring sabe que las cosas no van a ser fáciles. Conmigo hay que tener todos los sentidos alertas, porque el Chacal puede sorprender en cualquier momento”, declaró poco antes de sufrir esa derrota. Lo cierto es que los especialistas dan por casi terminado el camino de Rigondeaux en el pugilismo profesional de los Estados Unidos.