El presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés), Mauricio Sulaimán, aseguró esta semana que la llegada de los boxeadores cubanos a los circuitos profesionales “será un peligro para todos”, debido a su calidad.
“La tradición boxística cubana es muy rica. Ahora deben adaptarse al profesionalismo, pero desde ahora digo que sus boxeadores serán de gran peligro para todos los campeones mundiales”, declaró Sulaimán a la agencia EFE en una entrevista.
Después de 60 años, el régimen anunció que el boxeo cubano regresaría al profesionalismo porque, entre otros argumentos, necesita ingresos para “desarrollar la base” de esta disciplina en Cuba. La Federación Cubana de Boxeo señaló que se quedaría con el 20% de los contratos y podría elegir contra quién se boxea.
“Es un día histórico por esta noticia que ha llegado al mundo que nos llena de emoción. El boxeo cubano ha tenido representación en la historia del boxeo profesional con grandes campeones y era muy necesario tenerlos de vuelta”, precisó Sulaimán tras oficializarse la noticia.
También añadió que “Cuba tuvo grandísimos campeones como Ultiminio Ramos, el primer campeón del Consejo Mundial de Boxeo, allá por 1963, José Legrá, “Mantequilla” Nápoles, grandes campeones de la historia que Cuba exportó especialmente a México”. Estos atletas se nacionalizaron mexicanos para poder competir en el sistema profesional, al que ahora el régimen ha decidido volver.
“En México se abrió todo con una función histórica en Aguascalientes el año pasado, previo a las Olimpiadas. Ahora, de nuevo, vamos a apoyar en todo lo que se pueda para que el boxeo cubano tenga el lugar que se merece en el mundo”, añadió el presidente de la WBC.
Sulaimán cree que la nueva generación de boxeadores cubanos se abrirá camino en el profesionalismo. “Hay seis campeones olímpicos que están dando su paso hacia el profesionalismo, todos son de gran nivel y no es para menos, ya que el boxeo cubano es de primera. Con esta apertura inicia una nueva era del boxeo mundial”.