El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se reunió este 12 de enero con Mohsen Rezai, vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán, acusado de organizar los atentados en Argentina de 1994 que dejaron 85 muertos.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores precisó que ambos acordaron estrechar la cooperación económica entre sus países respectivos, pero la prensa extranjera se hizo eco de las protestas de Argentina por la presencia de Rezai en Nicaragua.
Sobre el iraní pende una alerta roja internacional de Interpol desde 2006, solicitada por la justicia argentina para un grupo de jerarcas de ese país, por lo que debería ser detenido y entregado a las autoridades.
El 11 de enero, la cancillería del país sudamericano emitió un comunicado en el que rechaza la asistencia de Rezai por ser uno de los acusados del atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994, que dejó 85 muertos.
“La República Argentina expresa su más enérgica condena a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega”, señala el comunicado.
La figura de Rezai en los actos generó malestar en la comunidad judía argentina y entre la oposición, quien cuestionó que el embajador en Managua, Daniel Capitanich, avalara con su asistencia y permanencia en el acto la presencia del acusado de un atentado contra el pueblo argentino. Por tal motivo, fuerzas opositoras al gobierno de Alberto Fernández pidieron que el canciller Santiago Cafiero dé explicaciones ante el parlamento.
El político persa y Díaz-Canel asistieron a la ceremonia de investidura de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua, tras un violento 2021 con trasfondo de fraude electoral y más de 170 presos políticos, entre ellos su principal contrincante en los comicios, la independiente Cristiana Chamorro, favorita según las encuestas.
Rezai fue comandante de la Guardia Revolucionaria —cuerpo paramilitar con enorme poder en la República Islámica Iraní— en momentos en que se produjo el ataque al AMIA. La justicia lo acusa de estar en la reunión de 1993 en la que se planificó el atentado.
En el informe oficial que tiene la justicia argentina y que en su momento trabajaba el fiscal Alberto Nisman (muerto de un tiro en la cabeza el 18 de enero de 2015), se señala que Rezai respondía a las autoridades religiosas y operaba fuera de la estructura militar establecida y en forma paralela a ésta.
Fue implicado en este atentado por su hijo, Ahmad, quien en 1998 desertó a los Estados Unidos y pidió asilo político.
Rezai ha pedido públicamente “arrasar con Israel”. Lo dijo tras la muerte de su compatriota, el general Qassem Soleimani en los primeros días de enero de 2020. “No debería tener ninguna duda al respecto. Seguro que arrasaríamos Tel Aviv. Hemos estado buscando un pretexto así”.
En febrero de 2018 también sus amenazas contra Israel habían encendido las alertas en todo el mundo. “Si Israel da el más mínimo paso, aniquilaremos Tel Aviv y arrasaremos con ello. Les daremos una lección que el propio (Benjamin) Netanyahu no tendrá ni oportunidad de escapar de la tierra ocupada”, lanzó involucrando al ex primer ministro israelí.
En una de las imágenes donde posan Díaz-Canel y Rezai, difundida por medios televisivos, aparecen también los dictadores Nicolás Maduro y Daniel Ortega.