Unos 100 ciudadanos se movilizaron este miércoles frente a la oficina de inmigración de Miami para protestar contra la deportación masiva de inmigrantes haitianos ordenada por la administración de Joe Biden en la zona fronteriza de Texas.
La movilización fue organizada por Family Action Network Movement. La agrupación llamó a protestar “por las expulsiones ilegales de refugiados haitianos y los graves abusos contra los derechos humanos en Del Rio, Texas”.
Los ciudadanos exigieron que el gobierno demócrata atienda las solicitudes de asilo de los migrantes haitianos que intentan ingresar al país en Del Rio, Texas. Manifestantes expresaron en medios locales que los inmigrantes están siendo maltratados por las autoridades, como lo demuestran las imágenes que circulan en medios y en redes sociales, en particular la de un agente de la patrulla fronteriza a caballo azotando a un inmigrante.
Este miércoles se informó que muchos inmigrantes haitianos fueron liberados después de que el gobierno dijera que serían expulsados de inmediato. Los haitianos han recibido desinformaciones de contrabandistas y mafias que cobran a las familias para sacarlos del país.
La crisis migratoria con los ciudadanos haitianos ha mostrado las limitaciones de la Casa Blanca para dar tratamiento a la cuestión migratoria y le ha valido fuertes críticas al gobierno del lado republicano y también de los haitianos que le han dicho a Biden “estamos enojados”.
El Departamento de Seguridad Nacional habría aumentado el número de vuelos de deportación de uno a tres vuelos después de que miles de solicitantes de asilo haitianos comenzaran a cruzar la frontera entre Estados Unidos y México y se presentaran ante las autoridades de inmigración en la última semana.
En mayo pasado se anunció una extensión de 18 meses del Estatus de Protección Temporal para los haitianos que ya viven en los Estados Unidos, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Dicho estatus permite vivir y trabajar temporalmente en los Estados Unidos siempre que las autoridades estadounidenses determinen que las condiciones del país de origen del inmigrante son demasiado peligrosas para regresar.
