El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) se solidarizó este domingo con el pueblo afgano, víctima potencial de la intolerancia política y religiosa asociada a los talibanes, que es similar, dijo, a la que sufren los cubanos bajo doctrinas comunistas.
En un comunicado compartido con ADN Cuba, el Consejo expuso que los talibanes se han valido de la religión para ejercer un poder omnímodo sobre los afganos, caracterizado por la intolerancia, la intransigencia, terquedad e irrespeto a quienes piensen diferente, lo mismo en el ámbito político que en el religioso, cultural, sexual, racial y otros.
“La intolerancia es un antivalor que no permite una buena convivencia entre las personas” y “el pueblo de Cuba es víctima de este tipo de intolerancia, ya que el comunismo se impuso más como una forma de religión que como un sistema político ateo”, sostuvo el Consejo.
El cuestionamiento de sus doctrinas ha supuesto y supone “un gran sufrimiento incluso con pérdidas de vidas en nuestro país”, agregó, utilizando la analogía entre la agrupación islamista y el gobierno cubano para legitimar su posicionamiento solidario con el pueblo de Afganistán.
“Nuestra especial preocupación y apoyo a las mujeres, que quedarán sometidas a un sistema que ejercerá sobre ellas la violencia institucional con total impunidad, como soportan las mujeres en Cuba… Sufrirán la violencia de género ante la indiferencia más absoluta. Serán maltratadas y tendrán que vivir con el miedo constante a ser agredidas y discriminadas”, anticipó el Consejo.
“Perderán su derecho a expresarse libremente, a hablar alto y reclamar sus derechos sin miedo a ser encarceladas, perseguidas o asesinadas por ello. Las mujeres cubanas somos conscientes del sufrimiento que produce la intolerancia y sus manifestaciones siempre violentas, así como el éxodo, la separación familiar y la pérdida del sentido de pertenencia. El dolor por la patria se queda grabado ‘ad eternum’ en el corazón”, concluyó.
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Desde el retorno del Talibán a Kabul uno de los puntos que más preocupa a la comunidad internacional es el bienestar de las mujeres, cuyos derechos fueron menospreciados y limitados en los años de dominio de la agrupación islámica.
Los talibanes tienen una interpretación radical de la sharía a ojos de Occidente e incluso otros islamistas. Invocándola, obligan a los hombres a dejarse la barba y a las mujeres a usar burka y cubrir su rostro, así como a abstenerse de salir a la calle sin un tutor masculino.
Para el Consejo, tal interpretación, fruto del afán supremacista en lo religioso y lo político de la agrupación islamista, es similar a la doctrina impuesta por el régimen cubano en aspectos como la intolerancia al disenso y la diferencia.
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Fundado en junio de 2021, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba busca dotar al pueblo cubano de “la estructura patriótica, sólida, capaz y efectiva” que desea ver guiándole en la lucha por la libertad, según afirmó su presidente, José Daniel Ferrer, en entrevista con esta revista en ese entonces.
Actualmente apresado por el régimen cubano, el líder opositor definió la creación de la entidad como “un paso muy importante y necesario para la causa a favor de la democratización de nuestra patria”.
“La Nación vive momentos muy críticos y todos sabemos que urge una profunda transformación política, económica y social. La mayoría de los cubanos de dentro y de la diáspora desea una Cuba libre, democrática, justa y próspera, que solo será posible si aunamos voluntades y esfuerzos en aras de ese objetivo común”, explicó el también activista por los derechos humanos.