Un vuelo con destino a Atlanta desde Los Ángeles fue desviado para aterrizar de emergencia luego de que un pasajero atacara a dos auxiliares de vuelo y amenazó con derribar el avión, confirmaron las autoridades.
El incidente ocurrió el día viernes en medio de un aumento de vuelos por la disminución de las restricciones del COVID-19, en donde los “pasajeros indisciplinados” también aumentaron y se niegan a cumplir las normas de sanidad dentro de un avión.
Este último suceso, se produjo en la parte delantera del vuelo 1730 de Delta, según la propia aerolínea, cuando un hombre forcejaba con los auxiliares de vuelo y repetía que iba a “derribar el avión”.
Muchos se lanzaron sobre él y tras un constante forcejeo, lograron someter al hombre, afirmó la policía.
El avión fue desviado a Oklahoma y fue entonces, cuando el sospechoso fue detenido por las autoridades. Se trataba de un empleado Delta de unos 20 años que no estaba en servicio en esos momentos.
El hombre fue hospitalizado luego de quejarse de dolores en el pecho y mostrar signos de problemas mentales.
La aerolínea agradeció a los pasajeros y a la tripulación por ayudar a detener al hombre por medio de un comunicado especial.
Por otro lado, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) abrió una investigación con respecto al caso mientras se registraba el avión para permitir que el vuelo continuara hacia su destino.
Hasta el 25 de mayo del presente año, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) reportó 394 casos de “pasajeros indisciplinados”, lo que representa una cifra mayor a las 183 de todo el año 2020.