La Guardia Civil encontró la tarde del pasado 3 de julio un feto momificado escondido en el baño de un avión que había aterrizado procedente de Cuba en la terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas y ahora los investigadores analizan si se trata de los restos de un ser humano o de un simio.
Así lo han señalado fuentes del Instituto Armado, que apunta a que la primera hipótesis que manejan los encargados del caso es que se trata del feto de un simio. No obstante, serán los resultados de la autopsia los que lo determinen.
El feto ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de Madrid con el fin de conocer su procedencia y en la Guardia Civil se encuentran "a la espera de los resultados". El embrión estaba envuelto en una tela y dentro de un recipiente que se encontraba oculto en un habitáculo donde se colocan las toallas.
Los agentes procedieron a interrogar a los empleados de la compañía aérea, que desconocían como había llegado el feto a ese lugar. Asimismo, los agentes disponen también de la lista de personas que viajaban en el avión por si fuera necesario tomarles declaración.