El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) emitió una alerta este viernes 2 de octubre para reafirmar la prohibición de ajustar legalmente el estatus de inmigrantes que hayan sido miembros de partidos comunistas u otras organizaciones políticas totalitarias.
A menos que esté exento por algunas de las causales contempladas en la ley, “cualquier inmigrante intencional que sea miembro o afiliado del Partido Comunista o cualquier otro partido totalitario (o subdivisión o afiliado de éste), nacional o extranjero, es inadmisible en los Estados Unidos”, recordó el USCIS en su alerta, para muchos un anuncio de que la actual administración reforzará la aplicación de las leyes que dictan tal prohibición.
En un pronunciamiento oficial sobre el tema, el Servicio gubernamental explicó que las personas militantes o afiliadas a partidos comunistas u otras organizaciones similares en su carácter dictatorial y totalitario son “inconsistentes e incompatibles con el juramento de lealtad de naturalización en los Estados Unidos de América, lo cual incluye el compromiso de apoyar y defender la Constitución y las leyes de los Estados Unidos”.
Entrevistado al respecto por ADN Cuba, el abogado de inmigración cubanoamericano Wilfredo Allen explicó que la alerta no contempla nuevas normativas ni modificaciones a la política de inmigración de Estados Unidos.
USCIS tiene potestad desde los años 40 del pasado siglo para investigar e impedir que alguien que haya sido miembro de partidos comunistas obtenga residencia en Estados Unidos. Ello, a menos que lleve una separación de cinco años de la organización política, aseveró el abogado, al tiempo que aclaró que para la obtención de la ciudadanía el plazo de separación se alarga a 10 años.
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“En algunos casos, un miembro del partido comunista puede pedir un perdón para obtener su residencia antes de los cinco años. El perdón se puede o no otorgar por nexos familiares cercanos, madres, hijos o cónyuges que no son miembros y son residentes o ciudadanos estadounidenses; y por un interés nacional de Estados Unidos. Aunque den perdón para la residencia antes de los cinco años, no hay perdón para los 10 años que hay que estar separado de la militancia comunista para la ciudadanía”, subrayó Allen.
Sus interpretaciones son congruentes con lo reflejado en el Manual de Políticas del USCIS, donde se explica que la prohibición de residencia y ciudadanía a militantes comunistas extranjeros se basa en una serie de leyes aprobadas por el Congreso entre la Primera Guerra Mundial y la década de 1950.
Dichas leyes exceptúan de la prohibición a personas cuya membresía o afiliación “es o fue involuntaria, o es o fue únicamente cuando era menor de 16 años de edad, por aplicación de la ley, o con el propósito de obtener empleo, raciones de alimentos u otros elementos esenciales de la vida”, ya que en varios regímenes totalitarios la militancia política es o fue requisito indispensable para ello, como Cuba durante las primeras décadas del actual régimen.
Aquellos que se oponen activamente a la doctrina, el programa, los principios y la ideología comunista u otra totalitaria, como el nazismo, también pueden ser exentos de la prohibición.
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La alerta a modo de recordatorio de leyes vigentes, quizás con propósitos de campaña electoral para granjearse los votos o la aprobación de estadounidenses descendientes de chinos, cubanos, venezolanos y otras nacionalidades en las que imperan regímenes no democráticos, no debe llevar a confundir visas con ajuste migratorio legal, destacó Allen.
“USCIS no tiene la potestad de otorgar visas. Sólo y exclusivamente las otorga el Departamento de Estado a través de sus consulados. Los cónsules tienen discreción completa de otorgar visas a miembros de partidos comunistas o no otorgarlas solamente por haber sido miembros de esas organizaciones”, aclaró.
Allen dijo desconocer por qué USCIS emitió su alerta sobre leyes que existen hace tiempo. Quizás lo hagan de cara a ganar más apoyos de comunidades como la cubanoamericana, pero la realidad es que USCIS no otorga visas y siempre ha habido restricciones serias para impedir la naturalización o residencia legal de represores y miembros de partidos comunistas, comentó.
Miembro de la iniciativa Cuba Represores ID, que busca denunciar a los represores del régimen cubano que hoy residen legalmente en Estados Unidos mediante mentiras en su proceso migratorio, Allen remarcó que siempre ha existido la referida prohibición.
Incluso a miembros de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), ala juvenil del Partido Comunista de Cuba (PCC), se les ha negado el parole para la reunificación familiar. “No tengo dudas de que hay muchos cubanos miembros del partido comunista, represores y defensores del régimen que han mentido para obtener su residencia en Estados Unidos. Si se les detecta, aunque hayan pasado años, pueden hasta ser expulsados del país”, agregó.
Sin embargo, tanto él como el también abogado y miembro de Cuba Represores ID, Luis Fernández, matizaron el alcance de la alerta y la prohibición, y la diferenciaron del objetivo de su iniciativa.
Se puede haber sido del partido comunista y no haber sido un abusador o represor, subrayó Fernández, que además reconoce la posibilidad de que muchos, auténticamente, hayan cambiado su ideología y puedan residir de pleno derecho en Estados Unidos.
Asimismo, descartó que la alerta complejice el proceso migratorio más de lo que ya está, con miles de casos y solicitudes pendientes. Desde su punto de vista, por el quehacer de la organización a la que Allen y él pertenecen, tendrían que preocuparse más aquellos que reprimieron y torturaron en Cuba, de cuyas acciones exista evidencia para emprender una denuncia formal, y que mintieron durante su proceso de ajuste migratorio.
En ese sentido, Allen consideró que el gobierno estadounidense debería “tomar más en serio las quejas de personas que han sido víctimas y sufrieron persecución por parte de represores que están aquí ahora”, viviendo legalmente y disfrutando de los beneficios contemplados en las leyes estadounidenses para los cubanos que huyen del régimen por motivos políticos.