La Conferencia de Obispos anunció el pasado lunes en un comunicado que, debido a la crisis económica que atraviesa Cuba, la Iglesia Católica se ha visto obligada a reprogramar las actividades desarrolladas dentro del marco de la II Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) a celebrarse entre el 1 y 4 de agosto en Santiago de Cuba.
En una segunda carta enviada por el Monseñor Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, el representante de la iglesia informó que a raíz de los “elevados precios del transporte y la logística en general” se tomó la decisión de reorientar la sede del evento -inicialmente previsto en la provincia oriental- y ampliarla a todas las diócesis de la Isla.
"En los últimos meses, las condiciones económicas han cambiado sustancialmente afectando, de una manera u otra, muchos ámbitos de la vida nacional, lo que crea incertidumbre y preocupación en no pocos”, señaló el Arzobispo.
“En nuestro caso, la subida de precios y escasez de muchos artículos y la limitación de servicios, principalmente el transporte la hacen, en opinión de los consultados, prácticamente irrealizable según como se había preparado", agregó.
Según Ibáñez, resulta “obvio” que la inseguridad con respecto al transporte en el territorio oriental es “un obstáculo práctico difícil de vencer”. Sobre todo, considerando "el alto costo que actualmente tienen los servicios".
Desde mediados de junio, muchos choferes han dejado de prestar servivio en Santiago de Cuba para protestar por las nuevas regulaciones del pasaje, que limita el ingreso que los choferes pueden obtener a costa de su trabajo. Esa huelga no declarada ha agravado la crisis del transporte en esa provincia.
Mientras tanto, funcionarios del Gobierno de la Isla alegan que dichas medidas se están implementando como una respuesta a las demandas ciudadanas de rebajar el precio de los pasajes.