Videógrafos cubanos documentaron el daño que producen los pescadores furtivos a las tortugas marinas, a otras especies y en general al ecosistema oceánico, al usar redes para su captura y comercialización, en la provincia de Camagüey.
El estudio de cine y televisión Naturaleza Secreta señaló este lunes, en su página de Facebook, que las personas dedicadas a esta actividad ilegal quizás no estén lo suficientemente conscientes del daño ecológico que están provocando con dicha práctica.
En primer lugar, “las redes no solo capturan tortugas, sino también todo tipo de peces y otros organismos marinos, incluyendo rayas, chuchos, tiburones, cangrejos, langostas o cualquier otro organismo” que caiga en ellas, señalaron los documentalistas.
Añadieron que en muchas ocasiones, los propietarios de estas redes no las revisan a diario y las especies capturadas mueren y se descomponen en ellas sin que nadie las aproveche, y de esa forma dichas redes funcionan como trampas mortales, de día y noche,
Como consecuencia, las tortugas u otras especies capturadas muchas veces no están aptas para el consumo humano y tienen que desecharlas o inescrupulosamente se comercializan con peligro para la salud.
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Naturaleza Secreta pudo documentar esa realidad tras ser invitados por la Oficina de Inspección Pesquera de la provincia de Camagüey para que los acompañaran en un operativo en la costa norte de este territorio.
“Ese es un trabajo que se hace de forma sistemática, con el objetivo de evitar o disminuir las capturas de #TortugasMarinas, que están haciendo los pescadores furtivos”, subrayaron los documentalistas.
Agregaron que las redes contribuyen a destruir o dañar a muchos de los organismos marinos que viven fijos al fondo, debido a que se enredan en ellos y al retirarlas o trabajar con ellas se rompen los corales o se dañas las esponjas, las gorgonias y otros organismos.
Señalaron que quienes utilizan esas redes “no tienen ningún tipo de reparo a la hora de utilizar diversos materiales para su construcción: las cuerdas las obtienen de neumáticos, no siempre viejos o inservibles y para los pesos para lastrarlas utilizan herraduras o cualquier otro dispositivo que les caiga a mano”.
Los inspectores, dijeron, han encontrado aisladores eléctricos de porcelana, conexiones de tuberías hidráulicas, grandes tuercas, otros herrajes de redes eléctricas, pedazos de corales, etc.; cualquier cosa que tenga suficiente peso y puedan atar a la tralla de fondo.
