Karla Pérez fue expulsada del sistema educacional cubano por razones políticas cuando comenzaba su carrera universitaria de Periodismo. Desde los 17 años militaba en el partido opositor Somos + y colaboraba con el blog de dicho partido ejerciendo una mirada crítica hacia el gobierno. Por sus ideas le anularon las posibilidades de obtener un título universitario en Cuba.
Marcada dentro de un régimen que hostiga a los que disienten, se vio obligada a aceptar la oportunidad de concluir sus estudios en Costa Rica. Actualmente cursa allí un Bachillerato en Periodismo y trabaja en el diario digital El Mundo.cr, especializado en política nacional.
"Estar en Costa Rica ha sido una experiencia profesional grandísima, aquí el periodismo está muy protegido, sus derechos acuerpados y respetados completamente, y lo digo por experiencia propia”— comenta en entrevista con ADN CUBA.
“Que yo pueda escribirle a un diputado, llamarlo, cuestionarlo y que me tenga que responder, son procesos interesantes que me han aportado mucho...y que no creo que pueda hacer en Cuba", añadió.
Tras dos años ininterrumpidos en tierra costarricense, esta joven solo piensa en regresar a su país. Añora a sus amigos y a su familia: “Extraño la comida de mi mamá...Ah! y el mar… vivir entre montañas ha sido un cambio muy fuerte”.
Para esta cienfueguera volver a la isla es vital. El compromiso con su profesión la estimula, ya no quiere pertenecer a ningún movimiento político opositor, siente que ninguno la representa: “todo lo que haría por Cuba lo haría desde el periodismo”.
Durante sus estudios se ha mantenido vinculada a la prensa independiente cubana colaborando con revistas como Tremenda Nota y Diario de Cuba, pero considera que no tiene autoridad suficiente para escribir de la isla estando fuera, por eso, aunque regresar sea complicado, va a tomarse el riesgo de volver.
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Cuba se encuentra entre los países con menor libertad de prensa según informes recientes de Freedom House. Para los comunicadores independientes es peligroso porque son constantemente criminalizados. Amenazas, interrogatorios, registros, confiscaciones, obstaculización de la participación ciudadana y presiones sobre los familiares son algunos de los retos que afrontan al apostar por la plena libertad de expresión. Muchas de las plataformas digitales donde se publican sus trabajos están bloqueadas.
No obstante las maneras de llevar la información a los lectores se reinventan continuamente. La prensa independiente cubana ha crecido a pesar de la censura. Las historias sin contar por los medios oficialistas abundan y Karla Pérez quiere contribuir a visibilizarlas.
“En los países en crisis es dónde más florece el periodismo, un periodismo contra el totalitarismo, un periodismo que se hace en condiciones que no son las óptimas, pero vale la pena”, asegura la joven.