El ocio durante la cuarentena impuesta en gran parte del planeta ha generado, también, actividades creativas de todo tipo, algunas llenas de comicidad, como quienes decidieron replicar obras de arte con los objetos que tenían a la mano en el día a día del encierro.
La BBC publicó el resultado de la iniciativa, lanzada inicialmente por la cuenta de InstagramTussen Kunst & Quarantine (Entre el arte y la cuarentena) en Holanda, con una consigna muy simple: elige tu pintura favorita, recréala utilizando cosas que tengas en tu casa y comparte tu homenaje en internet.
La cadena británica dijo que varias galerías de arte, entre ellas el Rijkmuseum de Ámsterdam, el museo Getty en Estados Unidos y la Galería Nacional en Londres se han sumado al reto, adaptando las reglas.
El personal de la galería británica, por ejemplo, optó por escenificar solo pinturas que se encuentran en su colección permanente, detalló la BBC.
Lawrence Chiles, director de los servicios digitales de la galería, cree que esta es una buena manera de "conectar a las audiencias con la colección y la recreación de las pinturas de una forma inmediata".
Agregó: "Estas son pinturas con las que el personal trabaja o ve todos los días como parte de su labor cotidiana y todos estamos extrañando esta conexión".
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Por ejemplo, Lawrence Chiles y su familia recrearon "Familia campesina a la hora de la comida", una obra de Jan Steen de alrededor de 1655, mientras que la curadora Francesca Whitlum-Cooper hizo lo suyo con "Mujer con un gato" de Édouard Manet (1880-1882).
"Recrear estas obras de esta manera te hace ver cómo están construidas y, ciertamente, nos hace pensar creativamente para encontrar la utilería adecuada", añadió.
Andrea Bubenik, profesora de historia del arte de la Universidad de Queensland, en Australia, apunta en un artículo publicado en The Conversation que "el impulso por recrear pinturas tiene una larga historia, y habla de la necesidad de tener referentes culturales compartidos y subvertirlos".
La recreación de obras famosas, también llamadas tableaux vivants (pinturas vivientes), dice, era un juego típico de las fiestas de los círculos aristocráticos de la Francia del siglo XVIII.
Este entretenimiento, se expandió luego a Reino Unido, otros países de Europa y América, acotó la BBC.
El talento no solo consistía en generar una imagen lo más similar posible al cuadro en cuestión, sino también en mantenerse quieto en la pose mientras duraba el ejercicio, hasta que se cerraba el telón y los actores se preparaban para una nueva representación.