El inversor inmobiliario Tom Barrack dijo que el mercado de hipotecas comerciales de Estados Unidos está al borde del colapso y pronosticó un “efecto dominó” de consecuencias económicas catastróficas si los bancos y el gobierno no toman medidas inmediatas para evitar que los prestatarios no paguen.
Barrack, presidente y director ejecutivo de Colony Capital Inc., advirtió en un artículo y luego en entrevista con Bloomberg Television sobre una reacción en cadena de ejecuciones hipotecarias masivas, desalojos y, potencialmente, quiebras bancarias debido a la pandemia de coronavirus y el consiguiente bajón de gran parte de la economía estadounidense.
“Para mantener a las personas empleadas, hay que apoyar a los empleadores”, dijo este lunes en la entrevista.
“La mayor parte del gasto del empleador es el alquiler. Cuando el comercio se detiene y no pueden pagar el alquiler y no pueden pagar los intereses de la deuda, y luego los bancos y los intermediarios no pueden pagar a sus inversores, todo se derrumba”.
Barrack, de 72 años, dijo que el impacto podría eclipsar el de la Gran Depresión, afectando a todos, desde propietarios de viviendas hasta desarrolladores de bienes raíces y operadores de hoteles.
Específicamente, su artículo destaca la fragilidad de los fideicomisos de inversión inmobiliaria hipotecaria, o REIT, y los fondos de crédito y los prestamistas que les proporcionan liquidez a través del financiamiento de recompra. La Reserva Federal, que anunció nuevas medidas el lunes para respaldar la economía, incluidas más compras de bonos, “está haciendo exactamente lo que debe hacer”, pero el programa aún no es suficiente para aliviar la “crisis de liquidez” en el mercado.
Propuso un plan de rescate coordinado por bancos y apoyado por el Congreso.
“Lo que todo el mundo necesita es solo un descanso”, dijo Barrack en la entrevista. “Déles 60 o 90 días, deje que todo vuelva a juntarse, agregue ese interés acumulado hasta el final y resuelva el problema”.
El desafío, dijo, es encontrar una solución que salvaguarde el sistema bancario y evite las percepciones del “capitalismo de amigos” asociado con los rescates que siguieron a la crisis financiera de 2008.
Barrack, un viejo amigo del presidente Donald Trump, tiene mucho en juego en el resultado. La mayoría de las inversiones de Colony están en bienes inmuebles o conectados a ellos. El informe financiero de fin de año de la firma con sede en Los Ángeles enumera 3.54 mil millones de dólares en bienes raíces hoteleros y 725 millones de inversiones de deuda y capital en Colony Credit Real Estate Inc., su REIT que cotiza en bolsa.
Colony, cuyas acciones han caído un 68% este año, se encuentra en una “gran posición”, con casi 3 mil millones en efectivo, dijo Barrack.