Desde el estallido de la COVID-19, enfermedad causada por la nueva cepa de coronavirus descubierta en diciembre en la ciudad china de Wuhan, Beijing ha sido acusado de maniobrar de diversas maneras para ocultar el impacto real de la enfermedad.
Muchos críticos y analistas sostienen que la evolución a epidemia y ahora a pandemia podía haberse contenido un poco más o demorado, en lo que se logra una vacuna, si el gobierno del gigante asiático hubiese sido plenamente transparente desde el inicio.
Conocidos son los casos de dos periodistas ciudadanos chinos, quienes desde Wuhan se atrevieron a reportar la realidad de la ciudad, pasando por alto la censura y los tradicionales controles informativos del régimen, hasta que fueron detenidos y desaparecidos temporalmente.
A tono con ello, lo más reciente respecto al obrar de Beijing para manipular la realidad de la COVID-19 sugiere que las autoridades del régimen habrían ordenado recientemente no realizar más pruebas de detección de la enfermedad y que esa es la verdadera razón por la que se dejaron de registrar nuevos casos en Wuhan, epicentro de la pandemia.
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De acuerdo con un reporte de Infobae, que cita medios japoneses, la celebración días atrás del supuesto aplanamiento de la curva de la enfermedad en China, que reflejó pocos o ningún caso nuevo de COVID-19, se basó en “una mentira más del régimen de Xi Jinping”, ya que “no hay casos porque ya no testean”.
Los medios nipones Apple Daily HK y 47 news afirman que China ha dejado de hacer pruebas para el coronavirus y por eso no hay “nuevos” casos locales.
De ser cierto, el artilugio se sumaría así a todas las sombras que pesan sobre China respecto a su manejo del brote de la nueva cepa, que hasta este domingo ha rebasado los 300 mil contagios y los 13 mil fallecimientos, así como que se ha propagado a 171 países y territorios.
Como destaca el citado portal informativo, “el régimen ha sido sombrío en sus informes sobre el virus basado en Wuhan desde un principio. China no sólo mintió sobre el brote, sino que ‘desapareció’ a los médicos y otros expertos en salud que trabajaban en él y alertaron al mundo de lo que sabían”.
Este sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, increpó a su homólogo chino, Xi Jinping, por haber ocultado y retenido información. “Desearía que nos hubiera dicho antes lo que estaba sucediendo adentro. No lo supimos hasta que comenzó a publicarse”, declaró el inquilino de la Casa Blanca, que además consideró que, si China hubiera informado mejor, se podrían haber buscado mejores soluciones con anticipación.
Entre los errores que se señalan de inicio a Beijing destacan el no haber aislado a la población de Wuhan y la provincia de Hubei sino hasta enero, más de tres meses después del inicio brote, cuando los muertos ascendían a miles y ya se empezaban a detectar casos en otros territorios.