El rodaje del filme “Desperado”, la primera producción estadounidense en la que participó la mexicana Salma Hayek, supuso para ella un “trauma” en lo que significó su primer desnudo ante las cámaras.
Hayek era una veinteañera que venía de protagonizar telenovelas en México y la película “El callejón de los milagros” (por la que fue nominada a un Premio Ariel, y que hoy sigue siendo la película más premiada del cine mexicano), se instala en Los Ángeles para probar suerte en la industria de Hollywood.
Por aquella época, Robert Rodríguez está preparando su próxima película, una especie de secuela de “El mariachi” –el largometraje de 1992 que rodó casi él solo con apenas 7000 dólares y que inesperadamente se convirtió en la sensación del Festival de Sundance de 1993.
La idea de Rodríguez era aprovechar el tirón de su primer trabajo para ofrecer una continuación de esa historia y para ello necesitaba una estrella en acenso, que terminó siendo Antonio Banderas. Fichado el malagueño a Rodríguez se le presentó el reto de encontrar una actriz para interpretar a Carolina, la co-protagonista del filme.
Tras una extensa búsqueda —que incluso contó con Jennifer López participando en el casting— Rodríguez y su esposa de entonces, Elizabeth Avellan, dieron con la desconocida Hayek y vieron en ella la candidata perfecta para hacer pareja con el actor malagueño.
Pero más allá de la barrera idiomática había otro obstáculo que la veinteañera tendría que superar: su reparo en interpretar una escena de sexo.
“Era mi primera oportunidad de rodar una película estadounidense y sabía que tenía que aceptarlo. Llegué a llorar de verdad. No quería estar desnuda frente a la cámara y pensaba: “¿Qué van a pensar mi madre y mi padre de esto?”, contó la actriz.
“Recuerdo que solo decía: ¡Que no me toquen y que no me quiten la ropa! Me encerré en el baño, me dieron tequila y empecé a llorar. Fue muy duro”, recordó sobre la escena.
Por suerte, Hayek pudo recomponerse y rodar la tórrida escena, demostrando una química explosiva con Banderas que, sin duda, fue clave para el éxito de la película. Con un presupuesto de apenas 7 millones de dólares, el filme recaudó en todo el mudo 25,4 millones de dólares.
Actualmente Salma está casada desde 2009 con el millonario François-Henri Pinault (con quien tiene una hija, Valentina Paloma Pinault). A sus 53 años, aguarda al estreno de “The Hitman´s Wife´s Bodyguard”, la secuela de El otro guardaespaldas (2017) en la que volveremos a verla compartir cartel con el malagueño Banderas.