"La gente dice que corro, que me monto en la bicicleta... a ver qué dicen ahora", espetó Guillermo Rigondeaux sobre el ring del Mandalay Bay de Las Vegas tras ganar por KO en el octavo asalto al mexicano Julio Ceja.
Con su triunfo, el cubano se convierte en aspirante oficial al Mundial WBC del supergallo, cinturón que tiene Rey Vasgas (lo defiende ante Kameda el 13 de julio), pero lo que destacó de su última pelea fue el modo en que la planteó. No dio un paso atrás, se paró y cruzó golpes.
Las cartulinas podían ofrecer dudas, por ello el KO parecía la opción más fiable de triunfo y al ser cuestionado por esa posibilidad el cubano no se mordió la lengua. Dio una pelea divertida, demostrando que es capaz de dar un pleito al estilo mexicano y ganar. El Rigo más comercial.
Sorprendió de inicio el excampeón mundial, sin retroceder ni un centímetro. Con el pie adelantado por fuera, ganando la posición, recibía a Ceja, que siempre fue al frente. Izquierda recta y upper, fueron los golpes más claros. La gente vibraba y es que en el primer asalto Rigondeaux sacó más del doble de golpes que su oponente. Desde el segundo acto eso cambio.
Ceja vio que su rival se quedaba en la pelea que quería plantear y metió mucho más ritmo. El dato final fue claro: 627 golpes lanzados por Ceja y 479 para Rigo. El cubano iba golpe por golpe, pero mientras su oponente tiraba tres, él esperaba y conectaba uno.
A la altura del octavo asalto, ambos habían perdido un punto a la vez por golpes bajos y en un intercambio, Rigondeaux encontró el golpe que esperaba: crochet con la mano adelanta y fulminó a su rival. Dio espectáculo, sorprendió y ganó. Rigo se vuelve a colocar en la carrera por los títulos.