La delegación atlética de Cuba, con 14 inscritos tras la fuga de una jabalinista en Miami, lleva una actuación muy discreta tras tres jornadas de competencias en el Mundial de Atletismo en Eugene, Estados Unidos.
Hasta el momento, la mejor actuación por la isla ha sido el cuarto lugar del saltador cubano Maikel Massó. El cubano apenas había rozado los 8 metros para clasificarse, pero en la discusión de las medallas mantuvo el bronce hasta el sorpresivo salto del chino Jianan Wang. Por cierto, este último es entrenado por el cubano Iván Pedroso.
Massó guardó para la final el mejor salto de la temporada, con un 8.15, pero no le bastó para subir al podio. No obstante, hay que aplaudir que mejoró marcas y quedó a un centímetro del metal bronceado.
De las tres triplistas inscritas en la clasificatoria, solo Leyanis Pérez consiguió “por los pelos” un puesto en la final, pues llegó con 14.30, por debajo de los 14.40 exigidos. La favorita Liadagmis Povea apenas pasó de los 14 metros y quedó muy por debajo de sus posibilidades reales. Finalmente, Davisleydi Velasco tuvo solo dos intentos válidos, siempre por debajo de los 14 metros, y fue eliminada temprano.
En cuanto a la corredora Roxana Gómez, pasó a semifinales en un hit dominado por la dominicana miembro del relevo mixto campeón, Fioldaliza Cofil. Una instancia muy dura para ser superada. Gómez tendría que rozar su mejor marca personal para lograrlo, como hizo en los Olímpicos de Tokio.
Mientras, en el final de la tercera jornada de competencias en Eugene, el joven discóbolo Mario Díaz no tuvo acceso a la final, al quedar por debajo de la marca solicitada con un lanzamiento de 60,83, inferior a su mejor marca personal. Al menos tuvo una primera participación en mundiales de Atletismo.
Hoy varios cubanos verán acción en la pista de Eugene, dos de ellos en finales: el santiaguero Luis Enrique Sayas estará en la final del salto de altura y Pérez, en el triple.
