Donald Trump y Emmanuel Macron, presidentes de Estados Unidos y Francia, respectivamente, coincidieron este domingo en la necesidad de reformar la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante una conversación telefónica, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Durante la llamada, “hablaron de los avances positivos en la lucha contra la pandemia de coronavirus y el progreso hacia la reapertura de las economías mundiales. Los dos líderes expresaron su esperanza en que el P5 [cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad] se reúnan y analicen la respuesta de la ONU a la pandemia”, afirman en la nota.
Ambos “estuvieron de acuerdo en la necesidad de reformar la Organización Mundial de la Salud”, indicó el comunicado, que agregó que también hablaron de “asuntos regionales y bilaterales críticos”.
A mediados de este mes, Trump ordenó congelar los fondos con los que EE.UU. contribuía a la financiación de la OMS, tras haberse quejado de la gestión de la crisis de coronavirus por parte de la organización.
“Hoy ordeno a mi Gobierno suspender los fondos a la OMS mientras reviso su conducta para determinar el rol de la OMS y su grave mal manejo y encubrimiento de la expansión del coronavirus”, anunció Trump durante una rueda de prensa.
La Casa Blanca y otros gobiernos acusan al organismo de salud de la ONU de ceder a la influencia política y financiera de China, habiendo retrasado la declaración de la pandemia por la COVID-19.
El mandatario estadounidense justificó su decisión por la oposición de la OMS al cierre de fronteras para combatir la propagación del virus, por no haber actuado antes y por haber no solo confiado, sino también “alabado”, al Gobierno de China.
A mediados de abril, el gobierno te Taiwán reveló que la evidencia de una carta que el gobierno de Taipei había enviado a la OMS en diciembre pasado alertando, sobre la nueva epidemia que el régimen de Xi Jinping minimizaba.
La comunicación enviada hace meses señala: “Fuentes de noticias indican hoy que al menos siete casos de neumonía atípica fueron reportados en Wuhan, China. Sus autoridades sanitarias respondieron a los medios que no creían que los casos fueran SARS; sin embargo, los ejemplos están todavía bajo estudio y los casos fueron aislados para tratamiento. Agradecería mucho si tienen información relevante para compartir con nosotros. Muchas gracias por su atención en este asunto”.
De acuerdo a la denuncia hecha por Taipei, la administración de Ing-wen, previendo que el nuevo virus resultara un peligro de contagio que pudiera ser de persona a persona, alertó a la OMS y a China y requirió información para advertir a su sistema sanitario y a la población, pero nunca llegó la respuesta del organismo internacional.