Un brote de coronavirus ha sido detectado en un portaaviones de Estados Unidos, y el comandante pidió al comando superior de la Marina que le permitan poner en cuarentena en tierra a la mayoría de sus aproximadamente 5,000 tripulantes, en un intento por evitar muertes.
Así lo informó este miércoles la cadena Univisión, que añadió que el comandante del USS Theodore Roosevelt, capitán Brett Crozier, dijo que la propagación de la enfermedad continúa y se acelera.
Bajar a todos, dijo el oficial, menos 10% de los tripulantes es un “riesgo necesario” para contener la propagación del virus.
El portaaviones está atracado en Guam desde que surgió la oleada de nuevas infecciones de coronavirus a bordo, señaló la televisora.
“No estamos en guerra. Los marineros no deben morir. Si no actuamos ahora, no estamos cuidando adecuadamente nuestro recurso más valioso: nuestros marineros”, dijo el capitán Crozier en un memo obtenido por la AP.
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"Se requiere una acción decisiva. Retirar a la mayoría del personal de un portaaviones nuclear estadounidense desplegado y aislarlos durante dos semanas puede parecer una medida extraordinaria", escribió el oficial.
Un oficial de la Marina citado por la AP dijo que Crozier alertó a los comandantes la tarde del domingo de los desafíos para aislar el virus.
El oficial, que habló bajo condición de anonimato, aseguró que Crozier solicita que habiliten más espacios aislados para la tripulación y que la cúpula de la Marina revise las opciones para garantizar la salud y seguridad de los tripulantes.
El comandante de la Flota del Pacífico de Estados Unidos, almirante John Aquilino, le dijo a la prensa el martes que la Marina trabajaba para llevar a tierra a la mayoría de los marineros posible, mientras se quedaba con una tripulación base para monitorear los reactores nucleares y que el buque siguiera en funcionamiento.
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Agregó que el ritmo podría no ser tan rápido como quisiera el comandante Crozier, pero que se haría en rotación, con los marineros en tierra aislados 14 días, regresando libres de virus para que otros pudieran bajar.
Mientras que la Marina ha anunciado planes para examinar a toda la tripulación del portaaviones, Crozier manifestó su desacuerdo con la forma como se ha planteado atacar el problema porque, según él, sería imposible implementar el aislamiento recomendado por el gobierno y las directrices de distanciamiento a bordo de un portaaviones.
"Debido a las limitaciones inherentes al espacio de un buque de guerra, no estamos haciendo esto. La propagación de la enfermedad está en curso y se acelera", escribió el capitán, citado en The New York Times.
El comandante señaló que una quinta parte de los inicialmente diagnosticados con el virus, había dado negativo de uno a tres días antes de presentar los síntomas.