Miles de personas se manifestaron el sábado en un serpenteante recorrido por el centro de Hong Kong bajo una lluvia torrencial, en una nueva protesta contra el gobierno de la ciudad controlada por China, que se enfrenta a la mayor crisis política de su historia.
La policía bloqueó los planes de una manifestación multitudinaria en el centro de la ciudad para conmemorar el quinto aniversario de la decisión de China de restringir las reformas democráticas en la antigua colonia de Reino Unido, que devolvió el territorio a China en 1997.
Aun así, la gente salió a las calles, muchos de ellos uniéndose a una “caminata cristiana” desde el distrito de ocio de Wanchai bajo un mar de paraguas, en dirección a las oficinas del gobierno, situadas en la parte baja del distrito residencial Mid-Levels.
Otros, muchos con máscaras negras y faciales, desfilaban por el distrito comercial de Causeway Bay. Algunas de las manifestaciones de estos tres últimos meses se han vuelto violentas, dirigidas contra el aeropuerto, la legislatura y la Oficina de Enlace, el símbolo del dominio chino.
“Hong Kong tiene libertad religiosa”, dijo a Reuters Sally Yeung, de 27 años y cristiana. “Estamos orando en diferentes puntos de control y pidiendo que la justicia llegue a Hong Kong.”
“Si nos procesan simplemente porque estamos orando, infringen nuestra libertad religiosa.”
Sujetando un paraguas frente a las oficinas del gobierno, Eric, un estudiante de 22 años, dijo: “Decirnos que no protestemos es como decirnos que no respiremos”. “Siento que es mi deber luchar por la democracia. Tal vez ganemos, tal vez perdamos. Pero peleamos”.
La policía erigió barreras de plástico llenas de agua alrededor de edificios clave del gobierno, y dos cañones de agua, utilizados brevemente por primera vez el fin de semana pasado, fueron estacionados cerca de la Oficina de Enlace, que quedó cubierta de graffiti tras una protesta anterior.
El servicio de metro MTR suspendió algunos servicios y cerró las salidas de las estaciones debido a posibles “actividades públicas”.
La policía arrestó el viernes a varios activistas prominentes a favor de la democracia, tratando de frenar un movimiento que comenzó con la indignación por un proyecto de ley que permitía las extradiciones a la China continental y fue ampliándose hasta incluir llamamientos a la democracia en medio del temor a que China reduzca las libertades en Hong Kong.
No obstante, las últimas protestas no tienen líderes. El eslogan es “Sé como el agua”, con el significado de ser flexible. Los manifestantes del sábado caminaban a la deriva, dondequiera que las calles los llevaran, comunicándose a través de diferentes señales con las manos y gritando “Ponte de pie con Hong Kong” y “Lucha por la libertad”.
China niega la acusación de injerencia en Hong Kong, que, según dice, es un asunto interno. Ha denunciado las protestas y ha advertido de los daños a la economía.
(Con información de Reuters)