Miles de manifestantes hongkoneses han vuelto a las calles a reiterar sus demandas y mostrar su descontento con el Gobierno dirigido por Carrie Lam, quien desde el pasado sábado se encuentra en Pekín de visita oficial para reunirse con las autoridades chinas.
Este domingo, en plena temporada prenavideña de compras, grupos de manifestantes enmascarados, vestidos de negro (el color elegido por el bando prodemocrático), recorrieron varios centros comerciales de la excolonia británica, cantando consignas como "Lucha por la libertad" y "Devolvednos la justicia".
En al menos un centro comercial se registraron actos de vandalismo y enfrentamientos menores con agentes de policía.
También ayer, varios cientos de personas, muchos de ellos trabajadores sociales, se reunieron para reiterar las cinco demandas del movimiento prodemocrático.
Éstas incluyen la retirada del proyecto de ley (ya conseguida), una investigación independiente sobre la brutalidad policial a la hora de reprimir las protestas, la amnistía a los más de 6.000 detenidos hasta la fecha, la retirada del término "revuelta" a la manifestación del 12 de junio, y el sufragio universal para elegir al jefe del Ejecutivo local y a los diputados.
Entre los asistentes a la citada reunión, algunos pidieron más huelgas masivas, mientras que otros se sentaron a escribir tarjetas de Navidad a los manifestantes que han sido encarcelados, al tiempo que se produjeron otros pequeños actos de protesta.
Todo esto en un momento en el que la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, se encuentra en Pekín, adonde llegó el sábado para reunirse con las autoridades chinas, aunque por el momento no ha trascendido información sobre su visita.
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Según el diario estatal Global Times, que adelantó la visita la semana pasada, el desplazamiento de Lam serviría para "informar de la situación económica, social y política de Hong Kong en 2019", aunque no aportó más detalles.
Está previsto que Lam comparezca ante la prensa en Pekín este lunes a las 18:00 hora local (10:00 hora GMT).
Se trata de la segunda vez que Lam visita la capital del país asiático desde principios de noviembre, y la primera desde que la oposición hongkonesa arrasara en las elecciones a consejeros del distrito del mes pasado.
Las protestas llegaron de manera masiva a las calles hongkonesas el pasado 9 de junio a raíz de un controvertido proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Sin embargo, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía han sido habituales.
Los meses de protestas han colocado a la economía de Hong Kong en recesión por primera vez en una década, tras contraerse un 2,9 % en el tercer trimestre, afectada por las caídas de las importaciones y las exportaciones, de las ventas al por menor y por las decrecientes cifras del turismo.