Las autoridades hongkonesas cancelaron hoy todos los vuelos de salida después de que miles de manifestantes ocuparan la terminal del aeropuerto.
La autoridad aeroportuaria atribuyó las cancelaciones, que han tenido lugar a partir de las 16.00 hora local (08.00 GMT) de hoy, a que "una gran cantidad de manifestantes impidieron que los pasajeros pudieran facturar" y han "interrumpido gravemente" el servicio.
"Se ha suspendido todo el servicio de facturación para los vuelos de salida. Excepto los vuelos de salida que ya han facturado y los vuelos de llegada que ya se dirigen a Hong Kong, todos los demás vuelos han sido cancelados", agregó el organismo.
Mientras tanto, las acciones de la aerolínea de bandera de Hong Kong Cathay Pacific cotizaron hoy al mínimo en los últimos diez años después de que Pekín anunciara que prohibirá la entrada a la China continental de cualquier empleado de la empresa que haya participado en las protestas de los dos últimos meses en la ciudad autónoma.
Pasadas las 14.00 hora local (06.00 GMT) cada título de Cathay Pacific valía 9,87 dólares de Hong Kong (1,26 dólares, 1,12 euros), aunque llegó a marcar 9,82 durante la mañana, moviéndose en niveles no vistos desde julio de 2009. La caída de Cathay también arrastró a su compañía matriz, el conglomerado Swire Pacific, que llegó a caer un 5,4 % durante la mañana y marcó su cotización más baja desde octubre de 2018.
Swire Pacific controla un 45 % de Cathay Pacific, y otro 22 % pertenece a la aerolínea de bandera china Air China, que registró bajadas de hasta el 1,53 % esta mañana.
El pasado viernes, la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) denunció que un piloto de Cathay Pacific había sido acusado formalmente de un delito de "revuelta", penado con hasta 10 años de cárcel, tras participar en protestas desautorizadas por la Policía, y que la compañía le había permitido seguir volando.
"Estos incidentes han puesto en riesgo gravemente la seguridad aérea", afirmó la institución, que indicó que la aerolínea deberá enviar listas con detalles de todo el personal que vuele en espacio aéreo chino para su revisión por parte de la CAAC.
"Ningún vuelo será aceptado sin ser revisado y aprobado", sentenció la Administración.
Mientras tanto, el diario hongkonés South China Morning Post afirma hoy que el consejero delegado de la empresa, Rupert Hogg, ha enviado una circular interna en la que amenaza con despidos a aquellos que tomen parte de protestas no permitidas por las autoridades. Los empleados que "apoyen o participen en protestas ilegales" se enfrentarán a acciones disciplinarias que "podrían ser graves, y podrían incluir el cese de empleo", indicó, según el rotativo independiente.
En las últimas semanas, Pekín ha incrementado la presión sobre la situación al renovar su apoyo inquebrantable al Gobierno y a la Policía de Hong Kong, a los que exigió "restaurar el orden" lo antes posible.
Los manifestantes volvieron a inundar las calles de la región autónoma por décimo fin de semana consecutivo; las protestas comenzaron en junio contra un polémico proyecto de ley de extradición pero se han ido extendiendo a una serie de demandas para la mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.