El Gobierno chino ordenó el confinamiento de unos 600.000 habitantes del departamento de Jia, en el centro de China, tras el descubrimiento de un caso de covid-19, en momentos en que el país teme una nueva ola de contaminación, informaron medios de prensa.
Un cable de la agencia AFP, retomado por Radio Francia Internacional, señaló que a las autoridades chinas creen haber frenado en gran medida la epidemia, pero les preocupa que resurja un nuevo brote en el país, especialmente desde el extranjero.
El departamento de Jia, situado a unos 800 km de Pekín, en la provincia de Henan, anunció el miércoles que sus habitantes ya no podían salir de sus hogares sin autorización, dijo el reporte de AFP.
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Según directrices publicadas en línea, sólo las personas con un permiso especial pueden seguir yendo al trabajo y los vehículos sólo pueden circular día por medio, en función de su matrícula. No se han dado razones oficiales.
Una mujer, que había visitado el departamento, dio positivo a la COVID-19 después de un contacto con una persona asintomática, según las autoridades provinciales.
El jueves, China informó de 55 nuevos casos de personas que habían contraído el nuevo coronavirus pero que eran asintomáticas, detalló el reporte de AFP.
Según el balance mundial recabado por la Universidad Johns Hopkins, el nuevo coronavirus ha infectado, hasta este jueves 2 de abril, a 82.432 personas en China, y causado 3.322 fallecidos.