Terror al oeste de Caracas por enfrentamiento entre policías y bandas armadas

Un intercambio de disparos que duró más de tres horas dejó un muertos y dos heridos, todos pertenecientes a los organismos del régimen
Los organismos de seguridad abandonaron el lugar
 

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Tres horas de tiroteos entre bandas criminales y funcionarios de la policía dejaron un funcionario muerto y dos heridos en la famosa Cota 905, donde los antisociales comandan el lugar hace más de una década en Venezuela.

La víctima quedó indentificada como Jesús Édgar Palacios, de 28 años, funcionario de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), que ingresó sin signos vitales al Hospital Miguel Pérez Carreño, ubicado en La Yaguara. Los otros dos efectivos heridos responden al nombre de Daniel Martínez -recibió un disparo en la pantorrilla- y Ricardo Amariz, que fue impactado por un proyectil en la mejilla derecha.

Según versiones extraoficiales, el tiroteo inició cuando los sujetos armados dispararon contra la sede de PoliCaracas. Ante la respuesta desproporcionada, el organismo tuvo que pedir apoyo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) para enfrentar la situación.

El hecho ocurrió pasadas la 1 de la tarde de este martes 25 de agosto y culminó a las 4:00 pm cuando las autoridades del régimen de Maduro decidieron abandonar el lugar y una vez más los grupos delictivos triunfaron en su territorio.

Las bandas que operan en la Cota 905 se dedican al secuestro, homicidio, extorsión, robo de vehículos y tráfico de drogas. Está integrada aproximadamente por 150 personas, según expertos. Tienen un arsenal de armas largas, cortas, granadas y mecanismos de comunicación de los que alardean en las redes sociales, mostrándose superior a los propios organismos de seguridad del Estado. 

La Cota 905, ubicada al oeste de Caracas, es una carretera que conecta las parroquias capitalinas de La Vega, El Paraíso y Santa Rosalía, en el Municipio Libertador.

El régimen de Nicolás Maduro intentó controlar el lugar en julio de 2015, con el objetivo de combatir a la delincuencia, impulsando  la Operación Liberación del Pueblo (OLP) y decretando el sitio como “Zona de Paz”.

 

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