Nicolás Maduro estaría impulsando un plan para debilitar y diezmar aún más la Asamblea Nacional, el órgano legislativo que el régimen no controla, liderado por el presidente interino Juan Guaidó, según un artículo del portal de noticias infobae.
El objetivo de esta nueva arremetida contra la Asamblea es modificar el balance de poder de ese ente, para que Guaidó no obtenga los votos suficientes ante una posible reelección de su cargo como presidente, el 5 de enero.
Infobae dijo que para evitar que Guaidó controle de nuevo ese órgano, Maduro pretende debilitar la estructura asambleísta con maniobras desde las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) pertenecientes a la Policía Nacional Bolivariana de Venezuela (PNB), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
El artículo, firmado por el director de Infobae América, Laureano Pérez Izquierdo, publicado este 22 de diciembre, recordó que las tres agencias de seguridad fueron denunciadas por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por secuestros, torturas y ejecuciones extrajudiciales junto a los colectivos chavistas.
Y desde esas estructuras el régimen ha perseguido y apresado a diputados opositores, y ahora estaría interesado en mantener el acoso contra ellos para evitar que Guaidó tenga los votos suficientes para ser reelecto.
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La arremetida de Maduro, golpeando incluso la inmunidad parlamentaria de opositores, mereció la condena de los Estados Unidos, de la Unión Europea, de organismos continentales y de líderes mundiales, dijo Infobae.
"Hoy, de 167 diputados, 32 han sido detenidos, forzados al exilio o se les ha revocado su inmunidad parlamentaria constitucional”, dijo en las últimas horas Elliott Abrams, Representante Especial norteamericano para Venezuela.
El funcionario de Donald Trump también denunció que a algunos legisladores intentan sobornarlos con medio millón de dólares, señaló Infobae.
Pero agregó que no sólo el secuestro y el cohecho son las herramientas con que Maduro intenta penetrar la Asamblea Nacional.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), conducido por Maikel José Moreno Pérez, parte de las filas chavistas, anuló el 19 de diciembre la norma adoptada por la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) que modifica su reglamento para permitir a los diputados que se encuentran en el exterior del país votar de forma virtual en las decisiones de ese órgano legislativo.
El Parlamento necesita la presencia de la mitad más uno del total de los 167 diputados para que se lleven a cabo las sesiones: 84 parlamentarios imprescindibles para que se llegue al quórum requerido para seguir funcionando y que está amenazado, puesto que varios de ellos han huido del país.
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Ese TSJ es el mismo que el 30 de marzo de 2017 se atribuyó la labor legislativa derrumbando el trabajo de una Asamblea que contaba con mayoría opositora. Fue el primer golpe del régimen, explicó Infobae, además de las recurrentes denuncias de fraude electoral que se venían sucediendo desde la asunción de Maduro.
Pero en aquella ocasión, añadió el medio de comunicación, fue tal la presión internacional que el jefe de Miraflores debió dar marcha atrás. Pero no se contentó.
En agosto siguiente, continuó, le confió plenos poderes a una fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente y nombró a Delcy Rodríguez al frente, desconociendo todo contrato constitucional. De esta manera disolvió el Poder Legislativo dándole pleno control a este órgano creado para ahorcar a la oposición.
Maduro dio dos golpes en menos de seis meses, destacó el reporte.
Ahora, el régimen arremete otra vez contra sus rivales elegidos democráticamente, acotó Infobae.