En plena crisis, tres profesionales le apuestan a los emprendimientos en Venezuela

“Ganamos dinero y damos trabajo a mujeres que hasta no hace mucho tenían empleos fijos. Con la crisis, muchas fábricas cerraron y quedó mucha gente capacitada y valiosa en la calle”, contó la periodista Gloria Carpio
Aseguraron que, pese a todo, se puede salir adelante en el país
 

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A pesar de la crítica situación económica, social y política por la que atraviesa Venezuela, cuya inflación se prevé que alcance el 200.000% al cierre del 2019, la más alta del mundo, aún hay personas que le apuestan al país con emprendimientos innovadores.

El portal de noticias Infobae publicó recientemente la historia de dos ingenieros y una periodista, quienes, cansados de escuchar lamentos sobre la falta de empleos en el país y de dura realidad económica, se han aventurado a montar sus propios negocios para salir adelante.

Gloria Milexys Carpio, de 31 años, es periodista y combina el ejercicio de su profesión con un emprendimiento familiar: la fábrica de ropa deportiva Krpio.

Oriunda del estado Miranda, en el norte del país, Carpio sostuvo que todo el concepto del negocio es propio, desde el logotipo hasta los diseños de la ropa.

“La idea fue de mi hermano, periodista como yo, quien hace tres años trabajaba como diseñador en una fábrica de uniformes”, dijo la joven a Infobae.

“Me dijo que el corte y confección era un trabajo que podíamos hacer y me trajo a casa varios patrones y telas. Poco a poco fuimos marcando la tela con tiza y cortando. Empezamos a trabajar en la mesa de nuestro comedor”, añadió Carpio.

Dijo que al principio solo cosían pantalones cortos y poco a poco fueron ampliando el abanico de productos: camisetas, uniformes para práctica de varios deportes.

 

 

“Ganamos dinero y damos trabajo a mujeres que hasta no hace mucho tenían empleos fijos. Con la crisis, muchas fábricas cerraron y quedó mucha gente capacitada y valiosa en la calle”, contó.

Admitió que el suministro de materia prima es una de las dificultades que debe afrontar. “Hay que buscar y brincar por las tiendas que venden telas, ligas y botones.

Los precios de los insumos pueden subir mucho de semana a semana o día tras día, ese es un reto comprar y no perder dinero.

“En esta Venezuela hay que insistir y perseverar; hay semanas buenas y malas, eso siempre va a pasar, creo que sí vale la pena ser emprendedor. Aún se pueden hacer muchas cosas acá; no hay que esperar que las oportunidades toquen tu puerta.

"Sé que vivo en una economía inestable e hiperinflacionaria y aún así mi familia y yo vivimos de esto”, sostuvo.

La periodista ya comenzó a exportar mercancía.

“Nunca pensé en hacerme rica con este negocio. Lo que deseo es tener un ingreso extra para poder seguir en Venezuela con mi familia, yo no me quiero ir de mi país. Además quiero ayudar y dar empleo a otros emprendedores. Yo creo que los ricos están completos”, subrayó.

Otro ejemplo de perseverancia es el de Carlota González Sucre, de 26 años de edad. Es ingeniera de producción.

“No sabía qué hacer con mi vida hace cuatro años, no tenía trabajo”, dijo a Infobae. La crisis económica ha propiciado el cierre de cientos de empresas en donde Carlota podía ejercer su profesión.

 

 

González, de Caracas, aseguró que “la falta de un trabajo bien pagado y que me apasionara fue un factor que me hizo pensar en un emprendimiento.

“Es así como nace la empresa Sucré (significa postre en francés) como un juego de palabras pues mi segundo apellido es Sucre. Producimos y distribuimos postres criollos y en la actualidad tenemos un catálogo de 20 productos”, comentó, animada.

“Comencé con la venta del clásico ponqué casero, las recetas son de mi familia y de amigos. Ahora busco por Internet qué hacer en materia de postres. Mi norte es ofrecer excelente presentación, sabor y precio”, aseguró.

La muchacha dijo que sí ha ejercido su carrera con este emprendimiento. Gerencia la producción, ventas, mercadeo, cobro y distribución de los productos.

“Recorro media Caracas para ubicar la materia prima. Busco precios y calidad y no todo está en el mismo sitio, así que el trabajo es intenso”, acotó.

Dijo que desde hace dos años acude al mercado negro, debido a la escasez de materias primas.

“No quiero sacrificar calidad por falta de algún ingrediente. También acudo al mercado regular, el cual está absolutamente dolarizado. Es una realidad con la cual hay que trabajar”, señaló a Infobae.

“Tengo que idear estrategias para que el negocio sea rentable y sustentable. La inflación puede arruinar a un emprendimiento, hoy en día yo vivo de este trabajo y doy empleo”, recalcó.

Añadió: “Tengo a tres colaboradores que me apoyan en la cocina mientras busco mercancía o atiendo a algún cliente. La producción no para y a veces he trabajado de lunes a lunes. Pocas veces tomo vacaciones”.

 

 

“Ciertamente, Venezuela está mal desde el punto de vista económico y hay quien se queja mucho y todo el tiempo. Mientras unos lloran, nosotros hacemos pañuelos (un postre). Pensamos en grande y el cielo es el límite”.

El ingeniero eléctrico Enrique Conde tiene 36 años. Estudió en la universidad de Boulder, ubicada en Colorado, Estados Unidos. Trabajó un año en una empresa americana, “pero decidí volver a mi país con la idea de emprender. Este es mi país, mi mercado”.

Junto a varios socios intentó trabajar con el sector alimentación. Pero no le fue tan bien.

“Seguí con la idea de no trabajar para nadie sino para una empresa propia así que junto un socio, quien ahora reside en Canadá, nos capacitamos para ingresar en el mundo inmobiliario y adquirimos una franquicia de la empresa RE/MAX y la nombramos Gold”, contó.

Iniciaron operaciones en octubre de 2013.

 

 

“Sé que es difícil que alguien que no conoce este mundo crea que el mercado de la venta de casas, apartamentos y locales comerciales se está moviendo en Venezuela. Esto sí está pasando”, afirmó.

Las ventas son a contado, agregó, y en moneda extranjera.

“En Venezuela el mercado secundario (inmuebles usados) es el que está marcando la pauta y si se ofrece un precio justo y de mercado, claro que la propiedad se vende”, destacó.

“En seis años hemos armado oficinas en Caracas y en Charallave (ciudad vecina a la capital)”, subrayó.

Añadió que “en toda sociedad hay movimiento. La gente se casa, se divorcia, muere, invierte o se va del país. También hay quien desde el exterior se interesa por Venezuela e invierte. Atendemos a todos estos nichos de mercado”.

“Estoy convencido de que el país no estará en crisis eterna, soy optimista y esto no será para siempre, y de las crisis económicas se generan cosas positivas. Hemos venido propiedades a gente quien reside en España, Francia e Inglaterra”, dijo a Infobae.

 

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