Al menos 46 personas resultaron muertas y un número indeterminado heridas en un intento de fuga este viernes del penal de Los Llanos (Cepella) de Guanare, en el estado venezolano de Portuguesa (noroeste).
Según reportaron medios locales y el Observatorio Venezolano de Prisiones, una ONG, un grupo de prisioneros se amotinaron e intentaron derribar la cerca del perímetro para escapar. Fueron enfrentados por los guardias del centro penitenciario, lo que devino en un enfrentamiento y tiroteo como consecuencia de los cuales resultó apuñalado el director de la prisión, Carlos Toros, y una teniente de la Guardia Nacional Bolivariana, Escarlet Arenas González, fue herida por el estallido de un explosivo, presuntamente una granada.
El enfrentamiento se habría producido al filo del mediodía. El número de muertos y el cálculo tentativo de unos 50 heridos fueron dados por la cadena VPItv y el periodista venezolano Javier Mayorca, que citaron un parte de la Guardia Nacional Bolivariana, según refiere el portal informativo Infobae.
La referida ONG, que monitorea el estado de las cárceles en el país sudamericano, describió una “situación irregular" en el Cepella, que incluyó “un intercambio de disparos tras un intento de fuga masiva”. Por su parte, la periodista Rosibel Cristina González señaló que dicho intento de escape ocurrió en La Tela, una zona del centro penitenciario que es dominada por un líder criminal conocido como “Olivo”.
Un grupo de internos denominados “Los Manchados” fueron los primeros en intentar fugarse y varios de ellos resultaron muertos, detalló González, citada por Infobae.
De acuerdo con la diputada opositora al régimen chavista María Beatriz Martínez, el motín, que se produce en el contexto de las medidas adoptadas para mitigar la propagación de la actual pandemia de coronavirus, inició por falta de alimentos en el penal.
Como consecuencia del tiroteo, finalizado con el acuerdo de un cese al fuego entre los elementos de la Guardia Nacional Bolivariana y los prisioneros amotinados, los servicios médicos de la zona en la que está enclavada la cárcel se colapsaron.
Según los reportes, los heridos más graves fueron trasladados al hospital Dr. Miguel Oraá, que no pudo hacer frente con normalidad al repentino y elevado número de pacientes, y los fallecidos a una morgue improvisada en las proximidades de la cárcel.
Los motines y enfrentamientos son frecuentes en los centros penitenciarios venezolanos, la mayoría con una población penal superior a la capacidad para la que fueron diseñados.
El 24 de mayo de 2019 se produjo un motín en una comisaría del propio estado de Portuguesa, como consecuencia del cual murieron 29 reclusos, y el 31 de diciembre del mismo año fallecieron otros 10 en un centro de detención en Cabimas, estado Zulia (noroeste).
Antes, en marzo de 2018, 68 detenidos perdieron la vida en un incendio durante un motín en unos calabozos policiales de Valencia (norte), y en agosto de 2017 otro enfrentamiento en un centro de detención provisional en Amazonas (sur) provocó la muerte de 37 reos.
