Ortega condecora al personal carcelario que torturó a presos políticos en Nicaragua

Ortega felicitó y condecoró al personal carcelario, pero su régimen ha mantenido a centenares de presos políticos en condiciones precarias, insalubres y de hacinamiento, desde la sublevación popular de abril de 2018
Ortega dijo que trabajar es las cárceles es una labor difícil
 

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El presidente Daniel Ortega condecoró al personal que trabaja en las distintas cárceles del país, sin mencionar los tratos crueles y torturas que han sufrido en las prisiones de Nicaragua los presos políticos encerrados ahí tras el levantamiento cívico de abril de 2018.

Para Ortega “trabajar en el Sistema Penitenciario no es fácil y tenemos que reconocer la labor de los compañeros” porque “de repente tienen que enfrentar situaciones difíciles”, dijo el mandatario, según informó este miércoles la revista Confidencial.

Ortega, acusado por organismos de derechos humanos de ordenar la brutal represión desatada contra los manifestantes de aquel abril de 2018, dijo que se deben “descongestionar las cárceles del país, para que tengamos en las prisiones una población en condiciones más humanas, a eso apuntamos y en esa dirección trabajamos”, subrayó.

“Lo que no dijo el dictador”, detalló el reporte de Confidencial, fue que en el último año su régimen mantuvo a centenares de presos políticos en condiciones precarias, insalubres y de hacinamiento en el Sistema Penitenciario Nacional.

Se calcula que aún permanecen en las celdas del régimen unos 139 reos políticos.

Los presos de conciencia también fueron torturados física y psicológicamente, recibieron golpes y a sus familiares se les negó información sobre su estado de salud, agregó el informe.

 

 

Ortega condecoró a ocho funcionarios del Sistema Penitenciario, ocho de la Dirección General de Migración y Extranjería y nueve de la Dirección General de Bomberos, a quienes les entregó la Medalla al Mérito Comandante Marcos Somarriba, una ironía por parte de un régimen que aún persigue y encarcela a ciudadanos por motivos políticos.

Por su parte, la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel, quien dio unas palabras de agradecimientos, obvió mencionar la ola migratoria de nicaragüenses que salieron al exilio a finales del año 2018 huyendo de la represión y la forma en que los puestos fronterizos de Nicaragua se han convertido en un instrumento del régimen “para retener y expulsar a personas opositoras a la dictadura”, acotó el medio de prensa.

Añadió que Coronel tampoco explicó por qué el Gobierno de Ortega quitó las personerías jurídicas y confiscó los bienes de una decena de organismos no gubernamentales que trabajaban en la defensa de los derechos humanos en el país y dejó entrever que están monitoreando a los que quedan en el país.

En el último año las instituciones del Ministerio de Gobernación, como la Policía Nacional y el Sistema Penitenciario, han estado al frente de la represión contra la ciudadanía nicaragüense, dijo Confidencial.

Una represión que ha dejado 328 asesinatos en el país y que ha llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a señalar al Estado de Nicaragua de haber cometido crímenes de lesa humanidad.

 

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