Militares mexicanos liberados por masacre de Tlatlaya deben volver a la cárcel

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez expresó que la resolución judicial "confirma que se cometieron ejecuciones extrajudiciales, tal y como lo han señalado por cinco años las sobrevivientes
Unas 22 personas fueron asesinadas por militares mexicanos
 

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México, 17 oct (ADN CUBA).- Un tribunal federal mexicano ordenó detener nuevamente a los siete militares presuntamente implicados en la masacre de 22 personas en Tlatlaya, ocurrida el 30 de junio de 2014 en el estado de México, en el centro del país, según reportes de prensa publicados este jueves.

El diario El Universal dijo que fuentes federales confirmaron que el Sexto Tribunal Unitario del Estado de México resolvió un recurso de apelación, por medio del cual la Fiscalía General de la República (FGR) debe regresar a prisión a estos siete miembros de la Secretaría de Defensa Nacional.

Los militares habían sido absueltos en 2016 por falta de pruebas en su contra.

Los efectivos, parte del 102 Batallón de Infantería, son Ezequiel Rodríguez, Samuel Torres, Julio César Guerrero, Alan Fuentes, Fernando Quintero, Roberto Acevedo y Leobardo Hernández, todos ellos acusados de ejercicio indebido del servicio público.

Además, Quintero, Acevedo y Hernández afrontan acusaciones por delito de homicidio.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) expresó en un comunicado que la resolución judicial "confirma que se cometieron ejecuciones extrajudiciales, tal y como lo han señalado por cinco años las sobrevivientes y los organismos de derechos humanos".

 

 

 

Para la organización queda acreditado que "las autoridades civiles y militares encubrieron los homicidios" y "evidencia que el análisis del magistrado que dejó en libertad a los militares fue parcial".

En la madrugada del 30 de junio de 2014, 22 personas fueron asesinadas por soldados durante un enfrentamiento en una bodega ubicada en el municipio de Tlatlaya, en el estado de México, colindante con la capital mexicana.

Según la versión inicial ofrecida por el Gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), los fallecidos eran presuntos delincuentes que murieron durante un enfrentamiento armado con los militares.

Dicha versión fue desmentida por uno de los tres supervivientes, quien aseguró que un civil había muerto en el choque y los demás habían sido asesinados tras un interrogatorio, lo que desencadenó la detención de siete militares.

El portal Infobae dijo este jueves que según testigos, el tiroteo por parte de los efectivos comenzó a las 4:20 horas de la madrugada y tuvo un saldo final de 22 muertos, de los cuales 13 presentaron signos de tortura y golpes. Además hallaron supuestamente a tres personas secuestradas.

Luego de las averiguaciones, se comprobó que la escena del crimen fue alterada y según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la única intención era simular las muertes que dejó el enfrentamiento.

 

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