Varios estados de EEUU aprueban consumo de la marihuana

El voto de los estadounidenses para elegir a su presidente durante los próximos cuatro años ha sido muy reñido, a diferencia del relacionado con la despenalización y legalización de la marihuana, en el que hubo un consenso con trascendentales implicaciones
Varios estados de EEUU aprueban consumo de la marihuana
 

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En medio de la incertidumbre que impera en Estados Unidos para conocer quién estará al frente del Despacho Oval durante los próximos cuatro años, una cosa al menos ha quedado clara tras el día de elecciones: la nación norteña está cambiando su manera de abordar y comprender el fenómeno de las drogas, y en otros cuatro estados ya será legal el consumo de marihuana con fines recreativos.

Además de al presidente y ocupantes de asientos legislativos en ambas cámaras del Congreso, estadounidenses de varios estados fueron convocados a las urnas este martes 3 de noviembre para pronunciarse sobre la legalidad de los productos derivados de la polémica y simbólica planta.

En tal sentido, los votantes de Arizona, Montana, Nueva Jersey y Dakota del Sur legalizaron la marihuana con fines recreativos, mientras que los de Mississippi y Dakota del Sur, además de legalizarla, aprobaron también su uso medicinal.

Los ciudadanos de Oregon fueron incluso más allá y, aunque no se pronunciaron sobre legalización, hicieron que en las urnas la voz mayoritaria se pronunciase a favor de la despenalización de todas las drogas, incluidas algunas calificadas de “fuertes” como la cocaína y la heroína y otros psicodélicos como la psilocibina. 

Con ese resultado, el noroccidental estado se convirtió en el primero de la Unión que decide despenalizar todas las drogas, al tiempo que en la capital, Washington DC, la ciudadanía también prefirió la despenalización de las plantas psicodélicas.

Los resultados de los correspondientes referendos estatales en torno a las drogas, saldados en todos los casos con un apoyo relativamente fuerte de cinco puntos porcentuales o más, refiere un punto de acuerdo o consenso que cuesta imaginar en un país tan polarizado políticamente en torno a temas específicos, tal y como evidencia el cerrado escrutinio de la elección presidencial.

De tal suerte, la marihuana ahora es o será legal –tras los referendos se procede a legislar la nueva política- en 15 estados y la capital, aunque esta última no permite aún la venta.

Los resultados mayoritarios en favor de la despenalización y legalización de la marihuana han sido interpretados como muestra de la voluntad estadounidense, incluso de los conservadores, para “dar marcha atrás a la guerra de Estados Unidos contra las drogas”.

Así lo refieren en su reseña al respecto medios como Vox, según el cual el hecho de que en todos los estados donde una medida electoral pidió a los estadounidenses que reconsiderasen la guerra contra las drogas los votantes se pusieran del lado de los reformistas indica un “repudio significativo de la guerra de Estados Unidos contra las drogas”.

“La política de drogas de Estados Unidos se ha construido durante décadas sobre el principio de que las drogas deben ser ilegales, y el sistema de justicia penal actúa como un elemento disuasorio del consumo y la adicción. Los votantes claramente quieren alejarse de eso”, subraya el medio a partir de los resultados de los referendos, al tiempo que recuerda que el apoyo ciudadano a la legalización de la marihuana se viene reflejando en encuestas durante toda la última década.

Sin embargo, pese al apoyo evidente, los legisladores “siguen asustados de tocar este tema”, por lo que han tenido que ser las medidas electorales las que les empujen a cuestionar y cambiar la política estadounidense respecto a las drogas, causa de innumerables muertes, conflictos, enfrentamientos y problemas socioeconómicos en los países productores del subcontinente americano.

 

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