Las políticas migratorias de Estados Unidos agravan la crisis humanitaria de la región al exponer a los migrantes a la violencia, a menudo obligándolos a permanecer varados en lugares peligrosos de México, denunció este martes la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) en la presentación de su informe "Sin salida".
"A sus ciudadanos (Estados Unidos) les recomienda no ir bajo ningún concepto a Tamaulipas, a los funcionarios les prohíbe ir, y a su vez está agarrando a migrantes y familias completas y los está enviando allí", ejemplificó el coordinador general de MSF en México, Sergio Martín.
Martín aseguró que los migrantes centroamericanos "son perseguidos por el hecho de serlo" y que son un colectivo especialmente vulnerable, lo que los expone todavía más en un escenario violento como el que atraviesan en su ciclo de migración.
La asociación reveló que un 61,9 % de los migrantes que entrevistaron en 2018 estuvieron expuestos a alguna situación de violencia en sus países de origen que motivó su partida, y cerca de la mitad (42,5 %) de los entrevistados aseguró haber sufrido la muerte violenta de un familiar en los dos años anteriores.
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"Estamos hablando de personas que muchas veces han sido desplazadas en una primera instancia en sus países de origen. Personas que huyen del campo hacia las ciudades y lo que se encuentran es un ambiente muy violento", explicó Martín en declaraciones a Efe.
El coordinador de MSF calificó de "imposible" vivir con normalidad en esas condiciones en sus países, por la exposición a "hijos reclutados para las maras, extorsión, violación, violencia, asesinatos", un panorama que les obliga a desplazarse de nuevo.
"Los migrantes son objetivo en México, son perseguidos en México. Son personas más vulnerables y con menos derechos y por tanto más fáciles de secuestrar, extorsionar... Hay más impunidad", sostuvo.
Las cifras lo respaldan: durante su paso por México, un 57 % de los 480 entrevistados por MSF para este informe dijo que estuvo expuesto a algún tipo de violencia y el 78 % de las 3.695 personas atendidas en sus consultas de salud mental en 2018 y 2019 presentaban "algún factor desencadenante relacionado con la exposición a la violencia".
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Además de los peligros intrínsecos al tránsito por México, Martín señaló las prácticas del Gobierno de Estados Unidos, que bajo el programa conocido como "Remain in México" (Quédate en México), envía de vuelta al país latino a quienes están pendientes de asilo en la nación estadounidenses.
Según las estimaciones de MSF, ahora mismo más de 60.000 personas se encuentran bajo el paraguas de este programa.
Además, un informe de Human Rights Watch reveló, el pasado 5 de febrero, que más de un centenar de salvadoreños fueron asesinados luego de ser deportados al país centroamericano.
El informe de 117 páginas, “Deportados al peligro: Las políticas de Estados Unidos sobre deportación exponen a salvadoreños a muerte y abusos”, identifica casos de 138 salvadoreños que, desde 2013, fueron asesinados tras haber sido deportados de Estados Unidos, además de
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otros 70 que sufrieron golpizas, agresiones sexuales, extorsiones o torturas. Entre los agresores que perpetraron estos abusos se incluyen pandillas, exparejas íntimas y miembros de la policía o las fuerzas de seguridad salvadoreñas.
“A sabiendas, las autoridades de EE. UU. han puesto en riesgo a personas salvadoreñas al enviarlas a circunstancias donde enfrentan la posibilidad de homicidio y ataques contra su seguridad”, expresó Alison Parker, directora adjunta del Programa sobre EE. UU. de Human Rights Watch y coautora del informe.
“Hay un número estremecedor de salvadoreños que son blanco de homicidio, violación sexual y otras formas de violencia después de ser deportados, al tiempo que el gobierno de EE. UU. limita el acceso de estas personas al asilo y hace caso omiso de los resultados letales que provocan sus débiles políticas”, dijo.
(Con información de Efe)