La migrante cubana Jill Leyva Toledano, de 25 años, murió ahogada al intentar cruzar el río Bravo, ubicado en la frontera de México con Estados Unidos, confirmó Anabel Díaz Campos, amiga de la víctima.
Díaz Campos confirmó con el medio digital CiberCuba que Toledano había salido hace casi dos años de Cuba con destino a Uruguay, desde ese entonces decidió llegar a la frontera con Estados Unidos en lo que fue una larga travesía migratoria.
“Cuba, un país que arroja a sus hijos a la muerte”, había escrito Díaz Campos en su perfil de Facebook, asegurando que Toledano murió ahogada al intentar cruzar el río Bravo.
El cadáver de la joven fue hallado el 22 de septiembre en el río y fue trasladado a Tamaulipas, un estado al norte de México, confirmó.
El padre de la víctima, quien vive fuera de Cuba, le pidió a un amigo cercano a la familia que viajara a Tamaulipas para reconocer el cuerpo y poder reclamarlo.
“Ella estaba en Ciudad de México hace una semana. Me escribió para vernos, pero yo estoy en Guadalajara”, contó la joven amiga al medio.
Leyva Toledano, natural de Guantánamo, fue descrita como una joven alegre, que amaba Cuba y que se mostró contenta por las protestas del 11J en la isla, cuando miles de cubano salieron a las calles para exigir la libertad de Cuba.
Muchos cubanos han perdido la vida intentando cruzar el río Bravo que divide México de Estados Unidos.
Otros han muerto intentando cruzar la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, que desde enero ha sido atravesada por más de 10.700 cubanos, según los datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá.