EE. UU. considera “altamente probable” otro ataque terrorista en Kabul en las próximas 24 a 36 horas, declaró el presidente Joe Biden en un comunicado.
“Nuestros comandantes me han informado de que un ataque es altamente probable en las próximas 24 a 36 horas”, declaró el mandatario, después de reunirse con su equipo de seguridad nacional.
En calidad de jefe de las fuerzas armadas, Biden ordenó al mando militar en Afganistán que tomara las medidas necesarias para proteger a los hombres y mujeres de Estados Unidos en el terreno.
“A pesar de la situación en Kabul, seguimos evacuando a civiles. Ayer sacamos a otras 6800 personas, incluidos cientos de estadounidenses. Y hoy discutimos los preparativos en curso para ayudar a que las personas sigan saliendo de Afganistán después de que se vayan nuestras fuerzas armadas”, agregó el demócrata en el texto.
Este sábado EE. UU. mató a dos objetivos “de alto perfil” del Estado Islámico en el país asiático como represalia por el ataque del jueves 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul que dejó 13 estadounidenses muertos.
La represalia, confirmada por el Pentágono, se realizó mediante un dron y tuvo como objetivo una base de operaciones de la agrupación terrorista en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
Hasta el momento no han trascendido los nombres de las víctimas. John Kirby, portavoz del Departamento de Defensa, evitó ahondar en el papel específico de estas personas dentro de la organización. “Eran planificadores y facilitadores”, se limitó a decir.
El ataque en Nangarhar se produce dos días después de que Biden prometiese perseguir y hacer pagar a los responsables de la muerte de los 13 estadounidenses en las inmediaciones del aeropuerto, última esperanza para miles de personas que huyen del Talibán.
Los integristas islámicos se han hecho con el control del país asiático en menos de dos semanas tras la retirada de EE. UU., para sorpresa del mundo, que contempla estupefacto la facilidad conque recuperaron el terreno arrebatado por la OTAN en 20 años de lucha a muerte.
El Talibán fijo el 31 de agosto como fecha límite para evacuar a todos los civiles y militares a través del aeropuerto de Kabul ates de tomar el control.