Claver-Carone: “somos y seguiremos siendo los socios de preferencia de la región”

A la crítica del expresidente chileno Ricardo Lagos, quien dijo que su elección “carecía de legitimidad”, Claver-Carone, fiel a su estilo frontal, respondió:” no permitiremos otra década perdida. Así que respeto la opinión de presidentes del pasado, pero eso es lo que son, presidentes del pasado”.
Mauricio Claver-Carone
 

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Mauricio Claver- Carone, el hombre de Estados Unidos que se impuso, contra viento y marea, a la oposición de Argentina, México y Chile, los países que han controlado el Banco Interamericano de Desarrollo, ahora enfrenta un gran desafío como nuevo Presidente de la institución, y no sólo son desafíos económicos, sino también políticos. Primero, tendrá que manejar la oposición de Argentina, que quería imponer a su candidato, la reticencia de Chile, que quería mantener la tradición de que fuera un latinoamericano el que dirigiera la organización, y también la de Costa Rica, que postuló a una expresidenta del país para el cargo.

A los argentinos no les molesta tanto que Claver-Carone sea estadounidense, sino que es un desafiante opositor de sus aliados ideológicos: Cuba y Venezuela. También les preocupa que una de las propuestas para reformar la organización es quitarles poder a países como Argentina, que han controlado la influencia en las decisiones en detrimento de los miembros más pequeños de Suramérica, el Caribe y Centroamérica.

En una entrevista con la agencia Efe, Claver-Carone fue enfático al afirmar que su elección tuvo la oposición de 5 países del continente, que se abstuvieron, debido, fundamentalmente, a que es estadounidense (algo que está en concordancia con el tradicional antiamericanismo de países de la región, como Argentina y México), aunque destacó que el apoyo que recibió fue mayoritario, incluso al que recibió el último presidente del BID, Luis Alberto Moreno, quien en 2005 recibió el apoyo de sólo 20 países de la región y del 56% del voto de los accionistas, mientras que él fue electo con el voto de 23 países de la región y el 67% del voto de los accionistas.

Claver-Carone asegura que ya conversó con algunos de los líderes regionales que se opusieron a su candidatura: Alberto Fernández, de Argentina; Sebastián Piñera, de Chile; Carlos Alvarado, de Costa Rica y con el canciller mexicano Marcelo Ebrard, para centrarse desde ahora en lo que para él es prioritario: impulsar la agenda que propuso de ayudar a la región a salir de la crisis de salud que enfrenta por el coronavirus, apoyar a las pequeñas y medianas empresas y estimular las inversiones en los países del continente. También destacó que es prioridad a corto y mediano plazo impulsar la digitalización y la conexión de las áreas rurales.

Para llevar a cabo sus planes, el cubanoamericano se propone una democratización de la organización, dándole el poder a los directores y gobernadores para que propongan y tomen las decisiones importantes para llevar adelante sus propuestas. Y que las regiones que nunca han tenido representación en el BID la tengan. Es decir, quitarle poder a los grandes para darle poder a los pequeños, que a lo largo de 60 años han sido marginados de la toma de decisiones.

Otra de las misiones que se ha impuesto el flamante nuevo presidente, es capitalizar al BID, porque sin una fuerte capitalización es muy difícil poder empujar hacia delante los planes de desarrollo socioeconómico que se propone.

A la crítica del expresidente chileno Ricardo Lagos, quien dijo que su elección “carecía de legitimidad”, Claver-Carone, fiel a su estilo frontal, respondió:” no permitiremos otra década perdida. Así que respeto la opinión de presidentes del pasado, pero eso es lo que son, presidentes del pasado”.

Respecto al papel de China en la región fue contundente: “no hay competencia con China en la región. Si uno se pone a pensarlo, ¿no? Nosotros hemos sido, somos y estamos muy confiados en que seguiremos siendo -y hablando ahora como un funcionario de Estados Unidos- los socios de preferencia de la región (…) Estados Unidos tiene invertido un trillón de dólares en la región, China tiene invertido más de 100,000 millones, así que no es cuestión de competencia, es cuestión de asegurarnos y ayudar a nuestros vecinos a tener estabilidad económica que se traduce en estabilidad política y francamente que es bueno para todos en el vecindario donde vivimos”.

 

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