¿Usted piensa regresar a la política de Obama hacia Cuba? Esa fue la pregunta directa y concisa que le hizo la periodista cubanoamericana de NBC Miami Jackie Nespral al candidato demócrata Joe Biden, con la agudeza periodística que la caracteriza.
Y como ya es costumbre en Biden, empezó por mal camino, trastabillando, enredándose con las ideas. “Este presidente revertió… Yo voy a tratar de revertir la política de Trump”.
Con esta respuesta Biden volvió a demostrar la afinidad ideológica de los demócratas socialistas como él y Obama con el régimen de La Habana. En esencia, Biden evadió responder directamente, no dijo en qué consiste su política, y no se atrevió a decir, aunque empezó a hacerlo, que él regresaría a la fallida política de Obama, que consistió en darle prebendas políticas y económicas a la dictadura castrista a cambio de nada.
La solución a los problemas de Cuba que propone Biden son las mismas que no funcionaron durante el “obamato”, darle flujo de dinero e inversiones al régimen represivo y sanguinario de Cuba, para sostener en el poder a una casta militar corrupta que se enriquece, mientras la inmensa mayoría del pueblo cubano continúa viviendo en la más absoluta miseria.
Miente el candidato de la socialdemocracia americana, cuando dice que Trump es el responsable del sufrimiento de los cubanos, porque el único responsable es el sistema totalitario de corte marxista que impera en la isla. Los responsables son los militares que controlan las principales empresas de la isla.
Cuando Biden asegura que la política de Trump no se relaciona con democracia y derechos humanos, lo único que evidencia es su profunda ignorancia en el tema. La política de Trump de eliminar las concesiones económicas de la administración Obama, empujan hacia la liquidación del régimen que impide la libertad política, la libertad de expresión y la libre empresa. Lo que Biden y los demócratas no dicen, es que ninguna política que le dé recursos económicos al castrismo conducirá a la democracia ni a una mejora en la situación de los derechos elementales de los cubanos.
La política de Obama sólo provocó un aumento de la represión contra la oposición interna y un mayor control policial sobre la sociedad cubana. La política de Trump ha desnudado al castrismo, como el rey del viejo cuento, y lo ha mostrado con todo el esplendor de su naturaleza criminal e hipócrita.
Biden dice que la política de Trump ha afectado a la familia de los cubanoamericanos y el envío de remesas. Eso sólo es una burda manipulación de la realidad. Los cubanoamericanos siguen enviando a sus familias lo que siempre le han enviado, lo que se frenó fue el trapicheo de dinero a la isla para hacer negocios controlados por el gobierno. La mayoría de los cubanos en Estados Unidos envía a la isla cantidades de dinero que son inferiores a la cantidad autorizada, que son mil dólares cada tres meses a familia cercana. ¿Cuántos cubanos podrían mandar 1000 dólares cada tres meses al padre, la madre, el hermano y el hijo?
Seamos realistas, los únicos cubanoamericanos afectados por la política de Trump hacia Cuba son los multimillonarios sin escrúpulos que han querido hacer negocios con un gobierno que tiene las manos llenas de sangre, y que apoyaron y financiaron a Obama, como Mike Fernández, John McIntire, Ariel Pereda, Frank Del Río, Ralph Patino, Emilio y Gloria Estéfan, Joe Arriola (este llegó a decir, refiréndose a Cuba, en una alarde de estupidez política, que "Deberíamos estar inundando el lugar con turistas y comercio", como si los Castro los fueran a dejar) ), Alfonso Fanjul, que con un cincismo propio de gente sin escrúpulos, dijo a estar dispuesto a hacer negocios con el verdugo de su familia, con el hombre que los despojó de toda su riqueza en la isla. Como si el escorpión pudiera traicionar su naturaleza.
La vieja política de Obama, a la que Biden quiere regresar si gana la presidencia, conduciría al fin del embargo financiero y a la perpetuidad de la casta militar castrista en el poder. De hecho, la fallida política de Obama hacia Cuba ha hecho que en la comunidad cubana haya un aumento del respaldo al embargo económico a la isla. Biden lo que haría sería quitarle el embargo a los Castro y abrirle las puertas al mundo financiero y a los créditos de Estados Unidos, tal y como ha dicho la propia Kamala Harris. Y es que lo que Cuba no tiene es dinero, porque es una economía parasitaria y proxeneta que vive de pedir prestado y no pagar.
El mejor ejemplo de la estupidez obamista la representa Carlos Gutiérrez, exsecretario federal de Comercio, quien viajó a Cuba y regresó con la propuesta de “trabajar más de cerca con el gobierno comunista de Raúl Castro”, sacando de la jugada al pueblo cubano.
Hay que recordar, que el fin del embargo ya había sido negociado entre Bill Clinton y Raúl Castro en una reunión en Nueva York, cuando Clinton estaba seguro de que regresaría a la oficina Oval de la Casa Blanca de la mano de Hillary Clinton. “Hillary no está a favor del embargo”, le dijo Clinton a Raúl Castro en aquel entonces. Una de las razones por la que millonarios de origen cubano, como Jorge Pérez, apoyaron a Hillary Clinton.
Otra de las cosas que dijo Biden es que planea “favorecer y empoderar al pueblo cubano para determinar libremente su propio futuro”, copiando casi literalmente el discurso de Obama. Pero, ¿cómo se puede empoderar a un pueblo gobernado con mano de hierro, con un régimen que no permite ese empoderamiento, porque tiene un control absoluto sobre todas las actividades sociales, políticas y económicas de la sociedad?
Los socialistas del Partido Demócrata tienen una incapacidad absoluta para entender que no se puede empoderar a un pueblo subyugado por hambre, y que jamás las concesiones económicas conllevarán a reformas políticas. No pasó en China ni en Vietnam. Dos países que se han convertido en dictaduras de partido con empresas privadas controladas por el estado comunista. Biden y los demócratas no entienden que jamás se mejoran las libertades y los derechos humanos con prebendas económicas.
La falta de comprensión política o la conveniencia ideológica llevan a Biden a decir que la política de Trump hacia Venezuela es un absoluto fracaso “Maduro se ha fortalecido, los venezolanos viven una de las peores crisis”. Decir esto, justo cuando Maduro es más débil y está más aislado internacionalmente (incluso por la Europa siempre complaciente con las dictaduras socialistas) que nunca, es de una profunda ignorancia política, que ningún venezolano con dos dedos de frente le podrá creer, porque fue justo, durante los 8 años de Obama, que Maduro se fortaleció con la complicidad de la Casa Blanca. Biden es tan torpe, que no es capaz de darse cuenta de que la debilidad de Maduro pasa por la debilidad de La Habana, que le vende sus cuerpos de inteligencia represivos a cambio de petróleo.
Biden está en campaña, haciendo promesas que no son otra cosa que viejas políticas recicladas. Y por eso promete un TPS para los venezolanos que emigren a EEUU, una medida que sólo fortalecería a Maduro y estimularía la inmigración venezolana. Emigrar nunca ha sido la solución para enfrentar a un régimen totalitario marxista. El mejor ejemplo es Cuba, pues la salida de dos millones de cubanos al mundo sólo ha servido para empotrar al castrismo en el poder.
La única estrategia de éxito para los venezolanos, que lo que quieren es recuperar su país, no emigrar, pasa por seguir debilitando a La Habana. Todo lo demás es una idiotez política.