La FDA, autoridad reguladora de medicamentos de Estados Unidos, dio el visto bueno para el uso limitado de emergencia de dos medicamentos contra el paludismo, que el presidente Donald Trump ha promocionado, para tratar el coronavirus.
En un comunicado publicado el domingo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos detalló donaciones recientes de medicina a un acopio nacional, incluidas la cloroquina e hidroxicloroquina, ambas investigadas como potenciales tratamientos de la COVID-19.
El comunicado de la FDA dice que las firmas Sandoz, Novartis y Bayer donaron 30 millones de dosis de sulfato de hidroxicloroquina "para su posible uso en el tratamiento de pacientes hospitalizados con la COVID-19 o para su uso en ensayos clínicos".
El documento dice que la FDA permitió que "se distribuyan y sean recetados por los médicos a los pacientes adolescentes y adultos hospitalizados con COVID-19, de manera apropiada, cuando no se disponga de un ensayo clínico o no sea factible".
Donald Trump dijo la semana pasada que dos medicinas podrían ser un "regalo de Dios", aunque los científicos alertaron contra los peligros de exagerar los tratamientos que no han sido probados.
Varios investigadores incluido Anthony Fauci, el principal experto norteamericano de enfermedades infecciosas, han pedido al público ser cauteloso hasta que ensayos clínicos validen estudios más minuciosos.
Según un reporte de AFP, la cloroquina se ha empleado durante años contra la malaria. Esta medicina, disponible y barata, es también un potente antiviral porque bloquea la entrada del virus a la célula, según Ignacio López Goñi, catedrático de microbiología en la Universidad de Navarra, en España.
Por ese motivo existen varios grupos de investigación interesados en ver si es efectiva para reducir la carga viral en pacientes con COVID-19. La Organización Mundial de la Salud, de hecho, tiene en marcha una investigación sobre la cloroquina y la hidroxicloroquina.
Dos organismos médicos de Estados Unidos, los Institutos Nacionales de Salud y la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, están trabajando en ensayos clínicos.
Algunos en la comunidad científica temen que el respaldo de Trump a estos medicamentos podría crear escasez para los pacientes que los necesitan para tratar el lupus y la artritis reumatoide, enfermedades para las que están aprobados.
La semana pasada, después del tuit de Trump sobre la hidroxicloroquina, se disparó una demanda del medicamento en México donde se vende por mucho menor precio que en Estados Unidos, poniendo en riesgo la salud pacientes crónicos que sí lo necesitan como tratamiento permanente.
Hasta ahora en Estados Unidos se han registrado 143,025 casos de coronavirus y un total de 2,514 muertes.